¿Qué son los bonos de carbono?

Uno de los acuerdos posteriores a la COP26 fue que los gobiernos de todo el mundo deben recortar casi a la mitad las emisiones globales de dióxido de carbono y lograr el cero neto. Pero también se establecieron nuevas reglas para responsabilizar a los países que lo consigan o no. Una de las estrategias para reducir las emisiones globales ha sido la compra e intercambio de bonos de carbono… Pero ¿qué son los bonos de carbono? y ¿pueden estos ayudar a mantener la temperatura global de 1.5 ºC ? Te contamos.

Piensa en tu rutina diaria, transportarte, alimentos, usar el móvil con estas actividades ya estás contribuyendo a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Así es como tanto las personas como las empresas participan en el cambio climático. Y se mide a través de indicadores ambientales qué permiten saber su impacto.

De 2017 a 2018, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), hubo un nuevo récord de emisión de GEI: el CO2 alcanzó las 407.8 partes por millón (ppm) en 2018.

Por supuesto que no emiten iguales emisiones de carbono empresas y personas, pero los servicios y productos que se adquieren implican un consumo energético y un costo ambiental durante su fabricación, uso e incluso después de su vida útil. ¿Es posible reducir las emisiones contaminantes? y evitar una catástrofe climática a partir de los bonos. Aquí te decimos.

Entendiendo los bonos de carbono

Como hemos visto, en uno de los esfuerzos globales por reducir las emisiones contaminantes; la introducción de bonos de carbono fue ratificada en el Protocolo de Kyoto y mediante el Acuerdo de París se validó la aplicación de tales bonos como una forma de compensación a las empresas contaminantes.

Pero, qué son los bonos de carbono:

Un crédito de carbono es un permiso que permite a la empresa que lo posee emitir una cierta cantidad de dióxido de carbono u otros gases de efecto invernadero. Un crédito permite la emisión de una masa equivalente a una tonelada de dióxido de carbono.

Investopedia

Ciertamente los bonos de carbono son un mecanismo internacional de descontaminación para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente.

Y de acuerdo con el portal Corporate Finance Institute existen dos tipos de bonos o créditos de carbono.

• Reducción voluntaria de emisiones (VER):  compensación de carbono que se intercambia en el mercado de venta libre o voluntario por créditos.
• Reducción certificada de emisiones (CER): Unidades de emisión (o créditos) creadas a través de un marco regulatorio con el propósito de compensar las emisiones de un proyecto. La principal diferencia entre los dos es que existe un organismo certificador externo que regula el CER en lugar de el VER.

Objetivos principales de los bonos de carbono:

Por un lado tiene el objetivo de incentivar a las empresas privadas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Así, las empresas que logren reducir las emisiones de gases de efecto invernadero pueden ganar dinero ahorrando y revendiendo algunos de sus derechos de emisión. Mientras que las empresas que excedan límites de carbono permitido serán multadas. Son los gobiernos o las autoridades reguladoras las que establecen límites a las emisiones contaminantes.

Los precios de los créditos son impulsados ​​principalmente por la oferta y demanda en los mercados. Debido a las diferencias en la oferta y la demanda en diferentes países, los precios de los créditos fluctúan.

La intención es reducir el número de créditos a lo largo del tiempo, incentivando así a las empresas a encontrar formas innovadoras de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ventajas y desventajas de los créditos de carbono

Ciertamente existen opiniones contrapuestas en el uso de los bonos de carbono. Por una parte los defensores de esta iniciativa argumentan que además de ser una solución parcial, es rentable e incentiva adoptar energías limpias. Pero la contraparte de la defensa señala que es una distracción y una medida a medias frente a la crisis climática.

A pesar de estas críticas, el comercio de carbono sigue siendo un concepto central en muchas propuestas para mitigar o reducir el cambio climático.

Y aunque los bonos de inversión benefician a la sociedad, no son tan sencillos de usar para un inversor medio. De hecho, para algunas empresas , la reducción inmediata de la emisión no es económicamente viable. Por lo tanto, tendrían que comprar créditos de carbono para cumplir con el límite de emisión.

Acuerdo de comercio de carbono posterior a la COP26 de Glasgow

De acuerdo con el Artículo 6 del Acuerdo de París los países pueden utilizar el comercio de emisiones para ayudar a alcanzar sus compromisos a nivel nacional para el 2030.

Sin embargo plantear un acuerdo global sobre un mecanismo basado en el mercado que permita a los países usar créditos y compensaciones internacionales de carbono para cumplir los objetivos fijados en el acuerdo climático ha sido uno de los retos más grandes para los gobiernos.

Un acuerdo sobre el Artículo 6 debería permitir el funcionamiento inmediato de los mercados internacionales de emisiones y proporcionar una sólida guía contable para evitar el doble cómputo de la reducción de emisiones.

Andrea Bonzanni, directora de política internacional de IETA

Uno de los desafíos principales a los que se enfrentan los bonos de carbono es garantizar que su comercio internacional esté sujeto a reglas de contabilidad sólidas, y supervisión; y que genere recortes en emisiones y no de greenwashing.

La UE y otros países quieren asegurarse de que no haya un doble cómputo, es decir, que la reducción de emisiones sea contabilizada tanto por el país que ha comprado el crédito como por el país donde se ha producido la reducción de emisiones

Aunque la COP26 no consiguió resolver cómo se manejaría el tema del mercado del carbono; si se tradujo en el establecimiento de un marco genérico que permitirá el comercio en todo el mundo.

Diferencia entre el crédito de carbono y la compensación de carbono

Según el portal You Matter World, los créditos de carbono son activos que se obtienen cuando una empresa no desperdicia todo su crédito de carbono. Son la consecuencia de los esfuerzos de una empresa para reducir sus emisiones a través de acciones como hacer que las operaciones sean más eficientes y gastar menos energía, utilizando madera de bosques gestionados de forma sostenible. Asimismo tiempo, los créditos de carbono solo se negocian en un límite privado y mercado de comercio.

Por otra parte, las compensaciones de carbono son iniciativas como la plantación de árboles y la reforestación, proyectos que apoyan la reducción de metano, la construcción de parques de energía solar o eólica … Estas iniciativas y proyectos son validados por terceros con respecto a su potencial para evitar emisiones de CO2 y una vez que están certificados, estas compensaciones pueden cotizar en un mercado de valores abierto en el que también puedan participar particulares.

Los créditos de carbono se pueden combinar con los créditos de compensación como una forma de pagar las reducciones de emisiones en otros lugares en lugar de invertir en el país de operación.