La industria del cine no suele venir a la mente cuando piensas en negocios que contaminan y dañan al planeta. Por desgracia la realidad es otra, pues en muchas situaciones el impacto que sus grandes producciones y eventos ha dejado una marca negativa en la naturaleza.
Un estudio realizado por el Instituto de la UCLA para el Medio Ambiente revela que el negocio del cine es el segundo más contaminante en California: Hollywood contamina más que la industria aeroespacial, la ropa, y la fabricación de semiconductores. En 1991, estudios cinematográficos generaron 46.000 toneladas de basura, reciclando sólo el 15%. Pero la industria del cine no solo genera impactos en EEUU.
Existen casos de películas que por sí solas han representado un daño al medio ambiente como lo fue el caso más controversial del filme “La Playa”, protagonizada por Leonardo DiCaprio. La productora 20th Century Fox optó por hacer la grabación en una playa en la isla de Ko Phi Phi Lee, en la península tailandesa. Esta era catalogada como parque nacional, por lo que estaba prohibido realizar alteraciones al ecosistema natural. Sin embargo, Fox consideró que el espacio no cumplía con las expectativas paradisíacas de las escenas, y decidió remover especies nativas para ampliar la playa, y además plantó palmeras de coco para dar un look más tropical, provocando cambios irreversibles en el capital natural de la zona.
Todo este movimiento hizo que a Fox, como dice el dicho, le saliera “más caro el caldo que las albóndigas”. Ambientalistas de Tailandia llevaron el caso a la Suprema Corte de Estados Unidos y tras siete años de pelea, la productora terminó pagando por la recuperación de los daños ambientales realizados, dejando las ganancias de la película en números rojos.
Los (pequeños) esfuerzos hasta ahora
Pero bueno, no todo es tragedia. Otras producciones han hecho su esfuerzo por disminuir su impacto en la Tierra. Los creadores de “El día después de mañana”, película que trata sobre los posibles efectos del cambio climático, realizaron una reforestación para compensar las emisiones de CO2 generadas por el transporte y maquinaria que se usó en la producción. A su vez, la saga de “The Matrix” se alió con la ONG “The ReUse People”, quienes se encargaron de darle una segunda vida útil al 97.5% de los materiales utilizados en la producción de las películas. Parte de ellos inclusive terminaron como material para viviendas de bajos recursos en México.
Estas y otras películas han obtenido el Sello Verde, un reconocimiento que otorga la Environmental Media Association para galardonar esfuerzos por realizar producciones cada vez más conscientes y sostenibles, buscando alentar a los competidores a unirse a estas prácticas. El Sello Verde es otorgado tanto a producciones, actores y eventos, además que también participa a nivel televisión. Los más recientes ganadores de este reconocimiento han sido sagas como “Jurassic World” y “X-Men: días del futuro pasado”, las nominadas al Óscar “La Teoría de Todo” y “En el Bosque”, y las controversiales “Una Loca Entrevista (The Interview)” y “50 Sombras de Grey”.
Incluso la Academia se unió al esfuerzo: la entrega de los premios Óscar del 2007 fue neutralizada en sus emisiones de carbono con apoyo de la NRDC. Algunas técnicas utilizadas fue auditar el Kodak Theatre, sede del evento, para hacer más eficiente el uso de energía; ofrecer transporte en vehículos híbridos; utilizaron papel reciclado para todo el material, incluyendo los sobres con los ganadores, y tener una cena baja en emisiones con productos locales, orgánicos, y bajos en carne. El esfuerzo continuo para la edición del 2008, sin embargo actualmente no forma parte de las prácticas de la ceremonia.
Por último, muchos de sus grandes artistas profesan una importante cultura sostenible, por ejemplo: Jared Leto, reciente ganador del Óscar, se regaló de cumpleaños número 40 una donación de 71,000 árboles para reforestar una zona natural en Haití; irónicamente el cuatro veces nominado al Óscar, Leonardo DiCaprio, es un ambientalista comprometido: creó y produjo el documental “The 11th Hour”, que trata sobre el estado crítico de la naturaleza. Además desde el 2014 es delegado de la ONU en el rubro del medio ambiente.
La favorita de la Academia, Meryl Streep, se unió con el Consejo en Defensa de los Recursos Naturales (NRDC) de EUA para la promoción de leyes anti-pesticidas y la incorporación de comida orgánica a los supermercados.
Lo que sigue
La industria del cine se encuentra aún muy “verde” en este tema (y no en el sentido ambiental de la palabra). Sus estrategias de reducción de impacto han sido algo superficiales, y solo pocas producciones han realizado un verdadero esfuerzo por mitigar los daños dentro de toda la cadena de valor. Para que la industria madure debe apostarle a integrar la sustentabilidad en todos los ámbitos de la realización de cine, desde escoger la sede de grabación hasta coordinar eventos de estrenos y premiación con bajo o nulo impacto en emisiones. Solo así es como podrán visualizar los múltiples beneficios y asegurar calidad y éxito por más tiempo.
SUSTENTUS concentra sus esfuerzos en el área de sostenibilidad, por medio de estudios orientados hacia la gran empresa y el emprendimiento social, propiciando la vinculación entre la academia, la iniciativa privada, y las organizaciones de la sociedad civil para el desarrollo de proyectos conjuntos.
El centro pertenece a la EGADE Business School sede Monterrey, y es dirigido actualmente por su fundador el Dr. Gerardo Lozano Fernández, quien ha estudiado la sostenibilidad empresarial desde el año 1999.En esta columna encontrará casos sobre empresas y OSC que han generado un desarrollo sostenible en diversos países de Latinoamérica. Además encontrará diversos análisis y opinión sobre las tendencias y prospectiva de la sostenibilidad empresarial a nivel internacional.