Por: Itzel Orozco
Innovación, flexibilidad y cambio
Cuando se habla de sostenibilidad o proyectos “verdes”, la atención de muchas empresas está en la “innovación”. Además de las oportunidades de negocio, algunas ‘innovaciones’ tienen un componente en el tema social y/o medioambiental. En al menos los últimos 10 años se ha vuelto muy común a nivel mundial la creación de nuevos negocios de innovación social, o start-ups “verdes” por su término en inglés. Sin embargo, también en las grandes corporaciones la ‘innovación social’ se ha vuelto un tema importante y de hecho es una gran parte de lo que alimenta la “responsabilidad social corporativa” en las organizaciones.
He tenido la oportunidad de trabajar con empresas en ambos extremos del espectro y he observado –además de su tamaño- es que existen dos elementos fundamentales entre un start-up y una empresa grande al considerar el innovar en el terreno de lo social y medioambiental: la flexibilidad y la apertura al cambio.
Para muchos start-ups “verdes” es natural el nacer con un modelo de negocio orientado hacia la innovación. Aclaro, no sólo es que la empresa esté naciendo con un modelo de negocio innovador y flexible, sino que además está abierta a procesos de innovación constante, de cambio y de transformación. Desafortunadamente, en el proceso de nueva creación, los start-ups tienden a ser frágiles e inestables, por lo que su cultura de cambio e innovación a veces se pierde junto con el cierre de la empresa.
En contraste, muchos directores de grandes empresas se muestran escépticos ante la propuesta de cambiar el modelo de negocio e innovar. Es comprensible, pues no tienen la certeza de los resultados que reportará y su estructura –más rígida y también más estable que la de un start-up – implica tomar un riesgo más alto. Sin embargo, cuando deciden dedicar el tiempo y recursos a proyectos de innovación, su impacto es muy amplio, pues no sólo implica cambios internos, sino también en la cadena de suministro.
Entonces, para operar dentro de en un sistema en crisis, es decir dentro de la Biósfera, los cambios o innovaciones incrementales no son suficientes, pero tampoco innovaciones disruptivas que no perduran (no sustentables). Las innovaciones que queremos deben ser transformativas, profundas y que generen valor a nivel sistémico, no sólo a un grupo de stakeholders.
Itzel Orozco es Socio Fundador y Directora de Orozco Consulting, un despacho de consultoría en liderazgo y sustentabilidad estratégica (Página en Facebook). Itzel cuenta con más de 15 años de trayectoria profesional ha desarrollado su práctica de consultoría de negocios y sustentabilidad en Latinoamérica, EE.UU. y Europa. Se ha especializado en dar asesorías en liderazgo y estrategia de negocios con el enfoque en sustentabilidad y facilita talleres y seminarios en los mismos temas y en temas de innovación, emprendedurismo y responsabilidad social corporativa. También ha impartido clases de Empresas Sustentables en la Universidad Iberoamericana y en la Universidad Anáhuac y ha sido colaboradora de la Universidad del Medio Ambiente.
Itzel cuenta con un MBA con especialidad en Empresa Sustentable, por la Universidad de Oregon; con una maestría en Liderazgo Estratégico hacia la Sustentabilidad por el Blekinge Institute of Technology en Suecia y es licenciada en Economía (Honores) por la Universidad Tecnológica de México. Actualmente radica en la Ciudad de México.