El mes pasado, Samsung confirmó que sus teléfonos contienen aluminio proveniente de la isla Bangka, en Indonesia. De acuerdo con la organización Friends of the Earth, la minería de aluminio en Bangka depende de la labor infantil, destruye bosques locales y corales y mata a aproximadamente 150 mineros al año.
Samsung ya se comprometió a ayudar a encontrar una solución para lo que pasa en Bangka. Claro que esta no es la única empresa que compra aluminio proveniente de la isla: Apple, por ejemplo, aún no ha emitido una declaración al respecto.
Los teléfonos celulares contienen más de 300 tipos de metales y minerales. Teniendo en cuenta lo complejo de las cadenas globales de suministro, es casi imposible garantizar que un teléfono no contiene minerales provenientes de regiones como Bangka o la República Democrática del Congo, donde los metales como aluminio, oro, tungsteno y tantalio son obtenidos por medio de labores forzadas y ayudan a financiar a brutales ejércitos paramilitares.
¿Qué pueden hacer las empresas al respecto? la clave no está en dejar de comprar productos provenientes de áreas problemáticas. En la República Democrática del Congo, donde se considera que el 28% de la población es desempleada, la minería mantiene a decenas de miles de personas. Así que las compañías necesitan hacer un mapa claro de sus cadenas de suministro y trabajar para encontrar soluciones para toda la industria. Iniciativas como Solutions for Hope, un programa piloto lanzado por Motorola para comprar tantalio libre de conflicto, son un buen comienzo. Sin embargo, de acuerdo con la ONG Global Witness, los fabricantes de teléfonos están entre las empresas que están en contra de que Estados Unidos legisle la debida diligencia en cadenas de suministro.
Esta semana, el proyecto Fairphone comenzó a tomar pedidos anticipados. Esta es una iniciativa pequeña pero con grandes ambiciones: pretende crear un teléfono inteligente que «ponga el valor social primero». Fairphone comenzará con tantalio y aluminio libres de conflicto, pero está trabajando para conseguir también oro y cobalto certificados como FairTrade y tungsteno libre de conflicto. También tiene como meta pagar un buen salario a los trabajadores y ser transparente sobre precios y proveedores, usar materiales reciclados y generar un teléfono tan reciclable y adaptable como sea posible.
Comprar más cosas parece ser una forma contra intuitiva de reducir los impactos ambientales, pero Fairphone definitivamente es un paso en la dirección correcta y parece que logrará su objetivo de conseguir 5 mil pedidos anticipados. Además, ya tiene socios de alto perfil como Vodafone, Telefónica y KPN.
Phone makers should be watching with interest.
Fuente:
3BL Media
Traducción:
María José Evia Herrero