El veredicto sobre Copenhague, según la mayoría de la prensa y la comunidad científica, es que la cumbre fue un fracaso y se perdió una gran oportunidad.
En la cumbre sobre calentamiento global no hubo ningún acuerdo radical para salvar al planeta y, de hecho, los líderes de los países participantes se abstuvieron de tomar decisiones que obligaran o incentivaran a sus ciudadanos a cambiar sus estilos de vida.
Una nota editorial publicada en el Guardian de Londres sugiere que los políticos que asistieron a la cumbre entienden que sus votantes no están dispuestos a aceptar que tienen que cambiar sus hábitos para proteger a las generaciones venideras.
Yo sospecho que tienen razón, porque los lectores de BBC Mundo, en general, se mostraron más interesados en otras noticias que en el material que hemos producido sobre cambio climático en las últimas tres semanas.
Noticias sobre la cumbre sólo aparecieron entre las cinco más leídas en tres días:El mundo se la juega en Copenhague, Copenhague: los pobres deben ceder
y Siguen negociando en Copenhague
El ataque a Berlusconi, la muerte de Beltrán Leyva y una noticia sobre los videos más vistos de You Tube fueron más populares que los últimos días de la cumbre de Copenhagen.
En nuestra sección interactiva, Participe, hubo algo de interés, pero el número de comentarios dentro del debate sobre Copenhague son la mitad de los que recibimos acerca de los problemas en Honduras.
Nuestros tataranietos tal vez cuestionarán por qué nosotros como generación no parecíamos estar tan interesados en quizás la noticia más importante de nuestro tiempo. Podrían argumentar que en 2009 nos estábamos fijando en las noticias que reflejaban nuestra realidad inmediata, en lugar de la cumbre donde se decidía el futuro del planeta.
¿Estoy siendo injusta? ¿Tiene planes de reducir su huella ecológica más allá de que no haya seguido de cerca la discusión política? A lo mejor nuestra cobertura del evento fue aburrida, o el evento mismo, y es por eso, y no por apatía o desinterés en el cambio climático, que ustedes no la leyeron.