La educación es el proceso de aprendizaje por el cual niños y niñas adquieren habilidades, valores y hábitos. Cuando los menores tienen la oportunidad de recibir educación se pueden romper las brechas existentes para que al convertirse en jóvenes y adultos puedan acceder a mejores oportunidades laborales y tener un buen empleo.
La UNESCO afirma que alrededor de 265 millones de niños, niñas y adolescentes alrededor del mundo, no tienen la oportunidad de entrar a la escuela y graduarse, mientras que unos 617 millones de pequeños y adolescentes no pueden leer ni hacer matemática básica.
Por este motivo, las Naciones Unidas buscan que de aquí a 2030 se pueda asegurar que todos terminen la enseñanza primaria y secundaria de manera gratuita, equitativa y de calidad. Esto con el objetivo de producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos.
En México se establecen tres niveles educativos:
- Básica: Está integrada por preescolar, primaria y secundaria.
- Media superior: Comprende el bachillerato y la educación profesional técnica.
- Superior: Se conforma por un técnico superior, licenciatura y posgrado.
Siendo ya un obstáculo el solo ingreso a alguno de estos niveles, existen grandes posibilidades de que gracias a las circunstancias sociales en los entornos, haya un gran porcentaje de deserción escolar inesperada.
¿Qué es la deserción escolar?
Se entiende como deserción escolar al abandono de estudios académicos de forma temporal o definitiva. Durante muchos años esta situación fue normalizada en México, ignorando el impacto que tendría en los sectores económico, cultural y hasta en salud.
El deseo de muchos es asistir a la escuela, pero aunque este anhelo esté presente, los obstáculos impiden su realización:
- Falta de recursos materiales y económicos.
- Ingreso a un trabajo de tiempo completo.
- Problemas de aprendizaje, desinterés y desmotivación.
- Embarazos a edad temprana.
- Problemas entre la familia que afectan de manera psicológica y emocional a los estudiantes.
- Problemas sociales como desigualdad social y económica.
- Problemas de movilidad: lejanía del centro educativo y ubicación en una zona insegura.
En México existen organizaciones que trabajan en conjunto con escuelas, estudiantes y padres de familia para continuar impulsando la educación y evitar en gran medida la deserción escolar, especialmente en estas épocas de pandemia y en comunidades vulnerables.
Tal es el caso de Peraj México, que en alianza con Fundación Pablo Landsmanas ha logrado brindar oportunidades educativas a cientos de niños, niñas y jóvenes para motivarlos a que no abandonen sus estudios.
La misión de Peraj México
Peraj México es una organización de la sociedad civil que nació hace 15 años y su principal objetivo es contribuir con la disminución del riesgo de deserción escolar, principalmente en niños y niñas que cursan quinto y sexto de primaria.
Una de las misiones de esta organización es fomentar el desarrollo integral de menores cuyo entorno familiar, económico y social limita las oportunidades de desarrollar su potencial. Y lo logran por medio del acompañamiento de estudiantes universitarios de 70 instituciones educativas de todo el país que realizan su servicio social, y que durante seis meses se convierten en sus tutores o mentores.
Los mentores forman parte importante de los niños y niñas, y sirven de motivación para afianzar el autoestima y amplíar sus horizontes. También ayudar a fortalecer su nivel académico con actividades socioemocionales, fomentando al mismo tiempo en los universitarios el compromiso social”.
Peraj asigna un mentor a cada uno de los niños y niñas, quienes los apoyan con las tareas en algunas materias que se les dificulta, y los fines de semana (antes de la pandemia) solían realizar actividades lúdicas y de integración y para reforzar la parte socioemocional de los estudiantes.
Los jóvenes se registran con nosotros y liberamos su servicio social, después de ello se convoca a los niños y niñas que estudian en primarias cercanas a los institutos de educación superior para que puedan disfrutar de las actividades diarias y en fin de semana”.
Eloisa Arango Castro, Directora de Alianzas Estratégicas y Desarrollo Institucional Peraj México
Fundación Pablo Landsmanas a favor de educación
Uno de los principales obstáculos para que estos niños y niñas continuaran estudiando durante la pandemia con este tipo de mentorías, fue que algunos no tenían la posibilidad de conectarse a Internet por falta de dispositivos móviles. Por tal razón Peraj se acercó a la Fundación Pablo Landsmanas, ya que ambas organizaciones comparten el interés de la educación en México.
En tiempos de pandemia todos los estudiantes reinventaron la manera de tomar clases, adaptando espacios para hacerlo de manera virtual, Peraj no fue la excepción y para poder trabajar con los niños y niñas la organización, tuvo que hacerlo del mismo modo y realizar las mentorías de manera virtual.
Fundación Pablo Landsmanas impulsa el desarrollo de las personas y apoya a instituciones educativas que tengan diversas necesidades y para demostrar este compromiso, y lo hizo donando 100 celulares y 10 computadoras a niños y niñas que pertenecen al programa de mentorías de Peraj y que no tenían acceso a un dispositivo móvil.
Se espera una tasa de deserción escolar muy alta en México, por ello es de suma importancia que apoyemos a niños, niñas y jóvenes que necesitan darle continuidad a sus estudios tal como lo hizo Fundación Pablo Landsmanas en esta época de crisis”.
Eloisa Arango Castro
Peraj distribuyó este apoyo a estudiantes de Baja California, Ciudad de México, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas, apoyando a aproximadamente 200 niños, niñas y jóvenes universitarios que brindan parte de su tiempo como mentores.
Con este ejemplo nos damos cuenta que organizaciones como Peraj y Fundación Pablo Landsmanas necesitan crear acciones que sean sólidas, visibles y con vínculos fuertes para continuar operando a favor de la educación de cientos de estudiantes mexicanos, y más aún cuando nos encontramos en tiempo de pandemia.