¿Quienes y cuánto donan en México? (Im)posible saberlo…

Por Raúl Díaz, Coordinador de Proyectos de Inversión Social

Usualmente los mexicanos nos reconocemos como generosos. Con observar a la gente que se apresta a socorrer a compatriotas en aprietos, e incluso a personas en condiciones vulnerables fuera de nuestras fronteras, podríamos concluir que la solidaridad es un aspecto natural de nuestra cultura y forma de vida. Sin embargo, nuestros apoyos tienen características especiales.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Filantropía y Sociedad Civil (ENAFI) 2008, sólo el 16% de las aportaciones de la población se dirigen a instituciones u organizaciones, mientras que el 60% se destinan de forma directa a personas necesitadas, lo que limita la posibilidad de que el dinero donado tenga mayor impacto.

Los recursos canalizados mediante organizaciones constituidas ayudan a mejorar las condiciones de los beneficiarios gracias a sus metodologías de intervención especializadas y contribuyen a mejorar las políticas públicas, con las aportaciones que hacen los actores y colectivos sobre el diseño y evaluación de las mismas.

El sector de organizaciones no lucrativo (OSC) en México ha mostrado un importante crecimiento, pero siguen siendo grandes las diferencias respecto a otros países de la región americana. Mientras que en nuestro país existe un promedio de 3.6 OSC por cada cien mil habitantes, en Chile es de 63.8 y en Brasil de 17. El Dr. Michael Layton, experto en la materia, concluye que la confianza es el factor más relevante en un panorama donde la sociedad mexicana en general no reconoce su labor y necesidad para el fortalecimiento democrático (falta de visibilidad del trabajo y de la rendición de cuentas de las organizaciones).

Es bajo este contexto que aparece la necesidad de generar confianza. Para ello, saber quién dona y a quién es esencial, además de reconocer el trabajo de las organizaciones, lo que incluye sus temáticas, ubicaciones e intereses. En México contamos con la información publicada del Registro de Organizaciones con CLUNI (que pueden recibir donativos del gobierno) que cuenta con cerca de 19 mil instituciones y con los Reportes anuales de Donatarias Autorizadas (autorizadas para expedir recibos deducibles) con un promedio de 6 mil registros por año. Sin embargo, la información no es compatible entre ellos, sumado al hecho de que las OSC con CLUNI no cuentan con datos financieros y de donativos, al ser una responsabilidad exclusiva de las donatarias.

Se han generado esfuerzos por agrupar la información del tercer sector en directorios por temas, figuras legales y regiones, pero todos tienen el problema de no mostrar los flujos de recursos, ni de incentivar que las organizaciones reporten sus ingresos y egresos como una forma de rendir cuentas a la sociedad.
La transparencia es ese engranaje faltante, que permitirá cambiar la forma en la que donamos.

Alternativas y Capacidades y el Proyecto de Filantropía y Sociedad Civil del ITAM están desarrollando una plataforma que mostrará los flujos de recursos entre instituciones e incentivará a las organizaciones a poner sus Fondos a la Vista, estén pendientes.

Alternativas y Capacidades

Desde hace 10 años, creemos en invertir en organizaciones de la sociedad civil y sus proyectos que solucionan problemas y crean nuevas oportunidades en la comunidad. Trabajamos junto con empresas y fundaciones para construir mejores prácticas de inversión social y alianzas para el desarrollo. Esta columna está escrita por las varias manos y cabezas que colaboramos en Alternativas.