A principios de este año, el director de Sustentabilidad de IKEA dio una declaración que no suele esperarse de quien trabaja para una empresa que vende muebles: afirmó que el consumo de accesorios para el hogar ha llegado a su máximo.
Para Steve Howard este hecho no será problema para lograr la meta de IKEA de doblar sus ventas para 2020. La clave, dijo el ejecutivo a The Guardian está en enfocarse en la economía circular «en la que puedas reparar y reciclar productos.» Una muestra de los planes de la empresa escandinava está en los productos que recientemente lanzó al mercado: una bicicleta pensada para la ciudad y un kit hidropónico para cultivar en casa.
El kit, llamado Krydda/ Vaxer, se distingue de otros en el mercado por ser fácil de usar para una persona sin conocimiento previo del tema. El sitio web PSFK lo describe como un producto «diseñado para que su instalación y mantenimiento sea increíblemente simple.»
De acuerdo con el sitio oficial de la marca, el proyecto fue desarrollado con científicos especializados en agricultura.
Por su parte, la bicicleta Sladda (palabra que en sueco significa «resbalarse o deslizarse hacia un lado») fue creada en colaboración con un estudio de diseño con el objetivo de facilitar su transporte en escaleras y de requerir un mantenimiento mínimo. Su altura puede ajustarse para que la utilicen tanto adultos como niños desde los 12 años, además de que sus elementos fueron tratados para prevenir óxido y otros desperfectos.
Otra de sus características es que es fácil agregarle accesorios como bolsas, portaequipajes o un carrito, que se venden por separado.
Con estos lanzamientos, IKEA demuestra que su compromiso con la sustentabilidad y la economía circular va en serio, y que esto no significa que se olvide de sus objetivos de negocio.