El presidente electo francés François Hollande, firmemente comprometido con el medio ambiente
François Hollande, elegido ayer nuevo presidente de la República Francesa, recoge en su programa electoral numerosos compromisos con el medio ambiente, especialmente importantes en materia de producción y consumo energético. Hollande ha prometido reducir las emisiones de CO2 y diversificar las fuentes de energía, favoreciendo las renovables y disminuyendo la dependencia nuclear, manteniendo la independencia energética de Francia.
La producción energética francesa se fundamenta en la energía nuclear, que genera el 75% del total. El presidente electo, François Hollande, se ha comprometido a reducir este porcentaje hasta el 50% de aquí a 2025, sin olvidar la seguridad máxima de las instalaciones, que se modernizarán y renovarán. Para complementar esta medida y posibilitar que la independencia energética francesa no se vea amenazada, Hollande afirma que se incrementará la potencia generada por las fuentes de energía renovables, que también recibirán mayor apoyo económico para fomentar la innovación y el desarrollo. Asimismo, Hollande cerrará la central nuclear de Fessenheim, la más antigua de Francia, que en abril experimentó un accidente sin consecuencias graves y que Nicolas Sarkozy quería mantener en funcionamiento.
Francia cumplirá sus compromisos internacionales por la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, y se establecerá una nueva tarificación del agua, la electricidad y el gas que garantice el acceso de todos los franceses a los mismos. De esta manera, más de ocho millones de franceses dejarán de sufrir precariedad energética.
Hollande ha señalado que se creará un plan para mejorar el aislamiento térmico de un millón de hogares, lo que creará miles de puestos de trabajo y beneficiará a las economías familiares de los hogares que participen en el programa.
Cabe destacar que, más allá de las medidas puramente medioambientales, Hollande ha incluido en su programa diversas iniciativas respetuosas con el medio ambiente en el marco de las actuaciones financieras o sociales. Es el caso de la política agrícola, que incluirá el fomento de los cultivos ecológicos a través de fondos europeos; la nueva política comercial que fijará normas estrictas de respeto al medio ambiente; o la creación de la Banca Pública de Inversión, que dedicará una parte de su inversión a la conversión ecológica y energética de la industria.
Fuente: compromisorse.com
Publicada: 07 de mayo de 2012
