Tarzán de los monos, la novela de Edgar Rice Burroughs publicada en 1912, es un producto de su tiempo, una época en la que el colonialismo era una noción constante en la sociedad de occidente y el empoderamiento de la mujer aún estaba a décadas de asomarse.
Por ello es que el libro y todas las adaptaciones que se hacen de él están compuestos de trasfondos que, observados bajo los enfoques sociales actuales, no son más queapologías de la superioridad racial y del sexismo. Aquí te dejamos 8 puntos que lo demuestran:
1. En sus textos Burroughs describe a los negros como “lisos, brillantes y horripilantes” y de una “apariencia brutal y bestial”.
2. Uno de los arquetipos definitivos de la damisela en apuros está representado en Jane Porter, quien en los libros y adaptaciones no es más que la eterna rehén de los adversarios.
3. Tarzán siempre es retratado superior en fuerza e inteligencia a los nativos que ya residían antes que él en el continente africano.
4. En la novela original el protagonista le dice a Jane “Este es el hogar de Tarzán, asesino de bestias y de muchos negros”.
5. Se sabe que Burroughs era un darwinista social y por ello llevó sus convicciones sobre aptitudes supremacistas a los trabajos que escribió.
6. Para evitar la controversia racial en su versión, Disney tomó una decisión igual de polémica: despoblar África. De esta forma el contendiente negro era ahora el hogar de un hombre blanco.
7. Cuando se pensó que la nueva película, La leyenda de Tarzán, dejaría detrás los viejos estigmas supremacistas del mythos, nos encontramos con otra película sobre un “blanco liberador de negros”, que además se enfrenta contra negros malos y tiene un compinche negro.
8. De igual forma, cuando se pensó que Margot Robbie interpretaría a una Jane fuera del arquetipo de la damisela en apuros, nos encontramos con una película que la secuestra casi de inmediato y la coloca nuevamente como damisela en apuros.
Fuente: Garuyo
