«Menos de la mitad de las mujeres de la Generación Y se identifican como feministas», anuncia un blog del Public Religion Research Institute, una organización sin ánimo de lucro y dedicada a la investigación no partidista. De acuerdo con el sondeo del PRRI, el 47% de las mujeres de entre 18-35 años se consideran feministas y las mujeres de color son ligeramente más propensas que las blancas a utilizar esta etiqueta. El 53% de las asiáticas y de las nativas de las islas del Pacífico, el 50% de las hispanas y el 47% de las mujeres negras de la Generación Y se consideran feministas, en comparación con el 43% de las mujeres blancas. El término también está muy politizado y las mujeres demócratas son mucho más propensas a considerarse feministas que las republicanas: 62% frente a 30%.
Pero en lugar de ver estos datos como un vaso medio vacío, deberíamos alegrarnos por lo lejos que hemos llegado. En comparación con las mujeres jóvenes de hace 25 años y con las viejas generaciones actuales, el número de mujeres de la Generación Y que se consideran feministas es bastante esperanzador. Y el viejo estereotipo de que la típica feminista es una mujer de raza blanca con estudios se derrumba con estos datos. El nivel de educación no afecta realmente al nivel de identificación feminista.
Comencemos con las jóvenes de principios de los 90. Una encuesta con mujeres universitarias realizada en esos años llegó a la conclusión de que sólo el 16% de ellas se consideraban «claramente» feministas. Después de las elecciones de 1988 y 1990, cuando los encuestadores volvieron a preguntar a mujeres de todas las edades si se definirían a sí mismas como «feministas convencidas,» el 18% dijo que sí en 1988 y sólo el 14% dijo que sí en 1990. Si bien estos resultados no se derivan necesariamente de las mismas comparaciones -las preguntas fueron redactadas de manera diferente en cada encuesta- el número de jóvenes que están dispuestas a abrazar con entusiasmo la etiqueta feminista parece haber aumentado durante las últimas décadas.
¿Y qué pasa con las personas mayores en 2015? Una nueva encuesta de Vox demuestra que, en general, sólo el 18% de los hombres y las mujeres estadounidenses se consideran feministas. Una encuesta de YouGov de 2013 mostró que las mujeres jóvenes eran más propensas a considerarse feministas: el 42% de las mujeres entre 18-29 años (las pertenecientes a la Generación Y) se consideraban feministas, en comparación con sólo el 32% de las mujeres de entre 30-44 años (pertenecientes a la Generación X). Curiosamente, las mujeres del baby boom –entre 45-65 años- que alcanzaron la mayoría de edad durante la segunda ola de feminismo, eran tan propensas como las mujeres de la Generación Y a considerarse feministas, y el 41% de ellas así lo hacía. Sólo el 28% de las mujeres mayores de 65 años defendían la etiqueta feminista.
Lo que da a esta fotografía un carácter aún más optimista es que cuando se pregunta a hombres y mujeres sobre la igualdad entre sexos, la mayoría de los jóvenes estadounidenses parecen ser muy feministas, aun cuando tienen dudas sobre el término. El director de la investigación del PRRI, Dan Cox, comenta: «como ocurre en los medios de comunicación, a menudo queremos encasillar a la gente según determinados parámetros y lo que se está viendo en la Generación Y es que rechaza esta idea y manifiesta que, en realidad, esta etiqueta no la comprenden y no se corresponde con lo que piensan al respecto».
De acuerdo con los datos del PRRI, el 64% de los miembros de la Generación Y está totalmente de acuerdo con el hecho de que las mujeres todavía no reciben el mismo salario por el mismo trabajo. El 61% está de acuerdo con la idea de que a la vista de la tendencia histórica y de la actual, los empresarios deberían hacer un esfuerzo para contratar y promocionar a las mujeres preparadas. Y sólo el 6% está completamente de acuerdo con la idea de que la discriminación contra la mujer ya no es un problema en los Estados Unidos.
Los resultados de la encuesta de Vox, que incluía a personas de todas las edades, son aún más alentadores. El 78% de los estadounidenses de todas las edades «creen en la igualdad social, política, jurídica y económica de los sexos». El 85% respondió afirmativamente cuando se le preguntó: «¿Cree usted en la igualdad de la mujer?» El 76% dijo que todavía quedaba trabajo por hacer para alcanzar la plena igualdad en campos como el trabajo, la vida y la política.
Esto no quiere decir que todo el mundo sea tolerante sin más. Hay un grupo entre la Generación Y que es notablemente menos progresista cuando se trata de cuestiones de género de otros grupos: los hombres blancos. Dan Cox señaló que, «los varones de la Generación Y, más que cualquier otro subgrupo racial o étnico, son menos propensos a ver la discriminación racial y de género como un problema». Los hombres latinos y negros son más favorables que los hombres blancos a políticas que aborden la discriminación de género, posiblemente porque han experimentado esta discriminación en sus propias carnes.
Sin embargo, aunque no hemos alcanzado aún la utopía feminista, podemos contemplar todos estos datos con satisfacción. Las cosas parecen moverse en la dirección correcta y, tal vez, una mujer presidente en un futuro no muy lejano puede que actúe como revulsivo del movimiento feminista.
Fuente: ELLE