Desde el 1 de enero de 2020 entró en vigor la Ley de Residuos Sólidos. Esta ley prohíbe la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico al consumidor en los puntos de venta de bienes y productos.
Ante tal prohibición, empresas dedicadas a la fabricación del material y negocios que lo distribuyen han entrado en números rojos: si el producto es prohibido en totalidad, sus negocios simplemente podrían dejar de existir.
Esta medida se impulsó con el fin de reducir la contaminación en el país. Las bolsas plásticas tardan años en degradarse, y al ser desechadas terminan en el mar dañando a todo el ecosistema marino.
Sin embargo, ¿realmente las bolsas de tela, papel o algodón contaminan menos? Probablemente las alternativas podrían ser aún más contaminantes.
Recuerda que a partir del primer día de 2020, las bolsas de plástico de un solo uso han sido prohibidas, una de las alternativas es usar los clásicos #cucuruchos ¡No lo olvides el cambio lo hacemos todos! Pon atención a estas prácticas instrucciones y cuidemos el #MedioAmbiente pic.twitter.com/UPgD4jiTKN
— Secretaría de Desarrollo Económico (@SedecoCDMX) January 4, 2020
¿Realmente las bolsas tela, papel o algodón contaminan menos?
En un estudio que se elaboró en 2011 por parte de la Agencia Ambiental de Reino Unido, se encontró que, aunque las bolsas elaboradas con materiales ecológicos son más durables y reutilizables, necesitan más recursos en su producción, lo que causa un mayor impacto ambiental.
En el caso de la bolsa de algodón, su proceso implica no solo la producción agrícola de la planta, su fabricación conlleva también cierto grado de contaminación, aunado al impacto ambiental que genera su embalaje y traslado, los cuales generalmente provienen de países como China.
De acuerdo con el estudio llamado: Evaluación del ciclo de vida de la bolsa de supermercado, la Agencia Ambiental hizo comparaciones con los diferentes tipos de bolsas:
- Bolsa de supermercado elaborada de polietileno de alta densidad.
- Bolsa biodegradable que hecha de una mezcla de almidón y poliéster.
- Bolsa para durar «toda la vida» elaborada de polietileno de baja densidad.
- Bolsa hecha de tela no tejida de polipropileno y vendida como «ecológica».
- Bolsa de algodón.
Cada una de ellas fue comparada con variables como:
- Acidificación.
- Toxicidad humana.
- Ecotoxicidad acuática.
- Ecotoxicidad marina.
- Ecotoxicidad terrestre.
- Oxidación fotoquímica.
Durante la comparación, la Agencia encontró que las bolsas que generan un mayor desperdicio son las de polietileno: «las que duran toda la vida». Aproximadamente mil unidades generan 5 mil 850 gramos de desperdicio.
A esto le siguen las bolsas de algodón, que generan mil 800 gramos de desperdicio por cada mil unidades manufacturadas.
En contraste, las bolsas que menos contaminan en su elaboración son las de poliéster, ya que generan 94.8 gramos de desperdicio por cada mil elaboradas; mientras que las bolsas «clásicas» de polietileno de alta densidad generan 418.4 gramos de desperdicio, por cada mil unidades elaboradas.
Aquellas bolsas destinadas a durar más tiempo necesitan más recursos en su producción y, por lo tanto, es probable que produzcan mayores impactos ambientales si se comparan bolsa por bolsa.
Según el documento, la clave para evitar mayor contaminación e impacto ambiental por el uso de bolsas radica en reutilizarlas las más veces posible.
Las bolsas de papel tienen que ser reutilizadas al menos 3 veces; las de polietileno de baja densidad hechas para «durar toda la vida», al menos 4; las de tela no tejida de polipropileno 11; y las de algodón 131 ocasiones.