Cuando trabajas en una oficina y tienes solo una hora para comer, tus opciones se reducen a salir a algún restaurante o fonda, o llevar alimentos preparados desde casa. La primera opción no suele ser la más amable con el bolsillo y la segunda requiere de creatividad para no terminar siempre comiendo atún con mayonesa o algo similar.
Para llevar comida preparada a la oficina se tienen que contemplar ciertos aspectos como la practicidad para transportarla, la facilidad para comerla o prepararla en la oficina y por supuesto, que sea saludable y balanceada para no perder los buenos hábitos alimenticios.
Por suerte, existen algunos platillos fáciles de almacenar y de comer, pero sobretodo muy diversos y saludables. A continuación te compartimos 2 recetas diferentes para cada día de la semana que seguro disfrutarás; ya que además de ser deliciosas, contienen menos de 600 calorías cada una.