En las negociaciones de México y Estados Unidos se incluyó un anexo en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en el cual prohíbe el etiquetado frontal en alimentos y bebidas.
Por ello, organizaciones no gubernamentales y especialistas mostraron su rechazo ya que en él dice que ninguno los países firmantes podrá establecer un etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas que permita a sus consumidores tener información clara para realizar elecciones más saludables.
La propuesta del anexo estaba soportada por la industria de alimentos y bebidas de los Estados Unidos a través de la Grocery Manufacturers Association, mientras que por el lado mexicano, los negociadores apoyaban este anexo con la asociación ConMéxico.
Organizaciones no gubernamentales y especialistas mostraron rechazo en el TLCAN en el cual prohíbe el etiquetado frontal en alimentos y bebidas.
La polémica es grande porque las etiquetas son la única herramienta que tienen los consumidores para saber si los productos contienen altas cantidades de azúcares, grasas, sodio o calorías, y es una de las que mejores resultados ha dado en el país en cuanto al combate a los males referidos.
Cabe mencionar que la limitación está en contra de la recomendación del establecimiento del etiquetado frontal hecho por el comité de expertos académicos creado a solicitud de la Secretaría de Salud.
Es así que los especialistas le dijeron al gobierno que no permita la prohibición como parte de las nuevas disposiciones del TLCAN.
“Los firmantes respaldamos las recomendaciones del comité de expertos nacionales y solicitamos al gobierno mexicano no poner por encima del derecho a la salud los intereses comerciales cuando enfrentamos una situación de emergencia epidemiológica”.
“Ningún tratado comercial debe estar por encima de la salud de la población”.
Entre los que piden que no se permita la prohibición están los directores del Instituto Nacional de Salud Pública, Instituto Nacional de Perinatología e Instituto Nacional de Ciencia Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, los doctores Juan Rivera, Arturo Cardona y David Kershenobich.
Así como más de 30 especialistas en medicina de hospitales y más de treinta organizaciones como: Fundar, el Centro Prodh, El Poder del Consumidor, la Asociación Mexicana de Diabetes, la Alianza por la Salud Alimentaria y The Hunger Project México.
Yarishdy Mora, coordinadora de la Coalición ContraPESO declaró que “es necesario cambiar el sistema de etiquetado frontal (GDA- Guías Diarias de Alimentación) establecido en México por un sistema de información al consumidor con suficiente sustento científico y libre de conflicto de intereses comerciales, toda vez que el etiquetado vigente en la actualidad resulta incomprensible e incumple con la función para la que fue creado”.
Según las organizaciones, en caso de violar la prohibición de establecer un etiquetado frontal de advertencia, el Gobierno de Estados Unidos podría tomar represalias sin pasar por ningún organismo internacional de controversias.
La prohibición , para la Alianza por la Salud Alimentaria, «trastoca los derechos soberanos de cada nación para proteger el derecho a la salud de sus ciudadanos y responde a una maniobra internacional de la industria de alimentos y bebidas».
Para Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, “En México hemos sido testigos de cómo la industria, a través de ConMéxico y en alianza con Cofepris, ha establecido un etiquetado que no es entendible e induce al consumo de altas cantidades de azúcar. ConMéxico y Cofepris se han opuesto a la sentencia de un juez que obligaría al cambio de este etiquetado. ConMéxico, por el lado mexicano, y la Grocery Manufacturers Association, por el lado estadounidense, dominan esta negociación para impedir que nuestros gobiernos puedan tomar decisiones soberanas para combatir la epidemia de obesidad”.