Con la misión de conservar y recuperar los árboles y los ecosistemas forestales de nuestro país, hace nueve años nació la fundación «Reforestemos México», cuya labor no sólo ha beneficiado a los bosques, sino también a comunidades indígenas del país.
Este organismo se fundó a iniciativa del Grupo Bimbo, que en 1998 fue invitado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a participar con recursos para la reforestación de las áreas afectadas del país por los grandes incendios que se suscitaron durante ese año.
Ernesto Herrera Guerra, director general de la Fundación, recordó que todo inició cuando Bimbo invitó a su personal a participar con donativos, y por cada peso donado por los empleados la empresa ponía otro para la reforestación de un millón de arboles, meta que se logró beneficiando a ocho áreas naturales protegidas.
«Esta tarea se llevo a cabo de 1998 al 2000, pero nos dimos cuenta que el problema forestal era más complejo, y decidimos darle continuidad, y así fue como en el 2002 surgió la Fundación», comentó Herrera.
Comunidades de trabajo
Destacó que en un inicio, llevaron a cabo proyectos de conservación y recuperación del capital natural a través de reforestaciones y adquisición de tierras. Sin embargo, con el objetivo de generar mayor impacto a nivel nacional, se comenzó a trabajar con personas de ejidos y comunidades dueñas del 55 por ciento de los bosques y selvas del país.
A partir de 2005, Reforestamos México organizó grupos de trabajo con comunidades indígenas para realizar proyectos en conjunto para el beneficio de los ecosistemas forestales del territorio mexicano, incorporando tres años después, la rentabilidad forestal en su esquema de trabajo.
Herrera Guerra puntualizó que debido a la gran cantidad de proyectos que tenían sobre la mesa decidieron enfocar la labor de «Reforestamos México» en cinco programas: «Mejores personas, mejores bosques», «Bosque rentable, bosque sustentable», «Mejores bosques, mejores empresas», «Mercados verdes, comunidades fuertes» e «Incidencia pública”
En estos se busca fomentar el desarrollo del capital social, teniendo a la persona como eje principal de desarrollo, y propiciando la rentabilidad forestal donde es posible que las personas que habitan en los bosques y selvas generen riqueza y bienestar a través de su trabajo, para asegurar la conservación y recuperación del capital natural.
Fuente: El Universal, Suplemento Empresas Socialmente Responsables, p. 18.
Reportera: Araceli Calva.
Publicada: Marzo 2011.
