La aplicación de una reforma fiscal verde o ecológica podría impulsar un incremento de recaudación de hasta cuatro puntos del PIB, dependiendo del número de empresas que dañan al medio ambiente con sus emisiones, coinciden el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Al interior del documento titulado “Política fiscal y medio ambiente. Bases para una agenda común”, especialistas de la Cepal consideran que el impacto es doble si se asume el retorno económico del gravamen y el impacto ambiental que generan al motivar a mejores prácticas ambientales.
Y no son los únicos que han propuesto esta opción para las reformas fiscales por venir en la región. Ahí está el caso del BID, que al interior de su investigación “Recaudar no basta…” esgrime que la agricultura y la minería, por ejemplo, contaminan recursos hídricos y aéreos.
Ahí habría una veta importante para recaudar e incentivar con los gravámenes a mejores prácticas ambientales, sugieren.
Aparte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) consigna en su “Estudio Económico para México” la relevancia para eliminar por completo el subsidio al combustible en el país y buscar alternativas de recaudación en un impuesto positivo al consumo del combustible.
Para el Banco Mundial, el riesgo es la regresividad social que pueden tener este tipo de impuestos, pero acotan que depende del diseño el impacto.
Éstas son algunas de las opciones propuestas por los organismos de acuerdo con la experiencia internacional.
TENENCIA VERDE
De acuerdo con la OCDE, se podría explorar en el caso mexicano la reestructura de los impuestos sobre la Tenencia de vehículos con el fin de que tomen en cuenta el desempeño ambiental, lo que favorecería el uso de vehículos más eficientes.
Sugiere, además, impuestos sobre emisiones, que son cargos relacionados con la contaminación real; impuestos sobre insumos o recursos, que son cargos sobre productos específicos que generan impactos sobre el medio ambiente.
EXPLOTACIÓN DE RECURSOS
La Cepal abunda al recomendar la aplicación de impuestos a la explotación de recursos, que son los gravámenes sobre actividades extractivas o de explotación de bienes que tienen impacto sobre el medio ambiente y los llamados subsidios tributarios. Estos últimos son impuestos negativos que se aplican para incentivar actividades o productos con impacto positivo sobre el medio ambiente.
CASTIGAR GENERACIÓN DE BASURA
De acuerdo con el BID, hay muchos lugares en el mundo desarrollado donde las tarifas de basura se diferencian según la cantidad de basura generada.
Este sistema contribuye, refieren, a interiorizar el costo del tratamiento de la basura pues alienta a los hogares a disminuir su producción. Y otro sector, donde se han realizado esfuerzos para cambiar el comportamiento con el fin de producir menos basura contaminante es el uso de bolsas de plástico.
De acuerdo con el Banco Mundial hay otros tributos ambientales que pueden ser aplicables a productos como detergentes, fertilizantes, envases no retornables, pilas y pesticidas.
Fuente: El Economista