Aunque México llega ocho años tarde respecto de sus competidores, de aprobar una reforma energética “profunda y verdadera”, en el próximo periodo de sesiones en el Congreso, el país podrá triplicar la producción petrolera en los próximos cuatro años, al pasar de 2.1 a 7.5 millones de barriles anuales, lo que permitirá costos de operación más baratos a las empresas y, por ende, detonar el crecimiento económico de la nación, afirmó Juan Pablo Castañón Castañón, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
“El tema energético es nodal para el futuro del país”, sostuvo, por lo que si hacemos la reforma con una red petrolera se darían concesiones a una o dos compañías en un territorio específico, que integre un modelo de incorporación a las pequeñas y medianas empresas mexicanas, para explorar y explotar el petróleo, que aunque no todas tienen éxito, rendirá frutos en tres o cuatro años inmediatos”, afirmó.
En entrevista con el El Economista, el líder patronal confió en que se concreten los consensos suficientes para evitar una reforma “a medias” y eso conlleve a desilusión de la parte empresarial; de modo que, dijo, “se participa fuerte en las propuestas, para generar la infraestructura”.
“Se tiene que participar en el modelo de triple elipse para desarrollo regional y mejorar la currícula de las universidades, con el fin de tener la base humana y regionalizar”, abundó.
El sector empresarial trabaja intensamente, porque no quiere una legislación energética incompleta, por el contrario, se busca apertura total al sector que no sólo explore y explote, sino que se permita la inversión en valor agregado, transporte, refinación y generación de nuevas energías.
Se le preguntó adónde va el sector empresarial con esta reforma energética, a lo que contestó: “No sólo se trata de plantear leyes, sino que tengan patitas para dar generación de valor. Por eso, la Iniciativa Privada busca la participación en todo el sector energético y, paralelo a ello, la formación de especialistas en la materia, así como incluir a las pequeñas y medianas empresas.
“La IP se vinculará a universidades con las tecnologías, para que las empresas se vayan formando en la especialidad energética. No podemos desfasarnos, tenemos que emprender el progreso de este sector en las comunidades más pobres”, estableció el líder empresarial.
Para el empresrio, el momento de acuerdos resulta un “escenario fabuloso para los cambios de México; que en 30 años no habrá circunstancia similar”.
“Si tenemos una reforma profunda y verdadera podemos triplicar el número de los barriles de petróleo que hoy producimos: 2.1 millones”, precisó.
Fuente: El Economista.
