“La liberalidad es la primera hija del amor y la piedra imán más atractiva para los hierros de la voluntad”.
Lope de Vega
Por Emilio Guerra Díaz
A cabildear de nuevo. Cada 6 años se reinventan en México muchos programas, alianzas y leyes en las que se incluyen las que atañen al sector filantrópico también. En el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, el presidente tuvo la ocurrencia de pretender dar a las organizaciones de la sociedad civil un trato fiscal como un híbrido de empresa social. Como abogado se le pasa, pero como ex legislador quien sabe.
Entonces él junto con Agustín Carstens, quien fuese titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, impulsaban un nuevo impuesto el CETU que a la postre se llamó IETU, vigente hoy en día. En la primera versión de esa “reforma” fiscal se vislumbró inmediatamente que esa intención lastimaba las finanzas de las organizaciones donatarias autorizadas, limitando e inhibiendo los recursos que podrían recibirse como donativos. Querían gravar impuestos a los donativos recibidos.
Por otra parte, recientemente el Congreso de la Unión expidió la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita donde también hay disposiciones sobre el monto sobre donativos que puedan recibir las donatarias ya que los donativos mayores son considerados actividades vulnerables en la regulación contra el lavado de dinero. Otra pifia legislativa.
Es decir, se presume que las organizaciones filantrópicas pudieran recibir donativos del narco, “lavarlos” y regresárselos a sus dueños originales (sic). El sector filantrópico tiene amplios candados y mecanismos de verificación fiscal sobre el destino de las donaciones y muchas personas nos preguntamos cómo se podrían “devolver” los montos donados a los “bienhechores” originales y tranquilamente se lleven dinero “limpio”. Como lo han señalado especialistas del sector no lucrativo: los partidos políticos tienen menos controles que las donatarias autorizadas.
Hoy nos enfrentamos a una nueva falta de comprensión respecto a la forma en la que trabajan las organizaciones filantrópicas y las vicisitudes por las que atraviesan para conseguir donativos. El marco legal ordena a las donatarias autorizadas a obtener sus recursos principalmente por donativos, limita los ingresos a actividades de generación de ingresos y pone límites a rifas y sorteos.
Enrique Peña Nieto siendo presidente electo asistió a la Reunión Anual del Centro Mexicano para la Filantropía que tuvo lugar en la ciudad de México en noviembre de 2012. Ahí expresó que reconocía la aportación que hacen las organizaciones civiles y que su gobierno apoyaría comprometidamente el desarrollo de las mismas quizá por comprender que las donatarias ofrecen servicios complementarios para la comunidad a los que ofrece el gobierno y los que no son accesibles por sus altos costos y que provienen de la iniciativa privada.
Sin embargo su propuesta de reforma fiscal dice lo contario. Consuelo Castro Salinas, especialista en el marco legal del sector a propósito de la publicación de un desplegado en esta semana, escribió:
“El domingo 8 de septiembre, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, presentó la propuesta de reforma fiscal del Ejecutivo. Sorprendió (que) en esta propuesta la limitación del monto de las deducciones personales que pueden realizar las personas físicas a un máximo de dos salarios mínimos anuales ($47,274.80 actualmente o un 10% de los ingresos totales anuales) en el último párrafo del artículo146.
“El monto propuesto afectará de manera significativa los donativos que podrán recibir las donatarias autorizadas ya que tanto la cantidad y el porcentaje que se establecería, resulta inferior a lo que las personas físicas por mucho, destinan a gastos médicos, colegiaturas, intereses reales sobre hipotecas, transporte escolar, etc. Teniendo como consecuencia desincentivar las donaciones de las personas físicas para obras sociales a través de las donatarias.
“Con relación al límite de deducibilidad del 7 por ciento de las utilidades fiscales por parte de las empresas, establece que los donativos al gobierno no podrán superar el 4 por ciento, dejando un 3 por ciento a las organizaciones”.
Vuelve a estar presente el tratamiento fiscal que distorsiona a quien cumple y tiene obligaciones estrictas como son las donatarias. Nueva legislatura, nuevo gobierno federal, nuevos dolores de cabeza y nuevas incongruencias: El Senado de la República paga millonarias asesorías a legisladores que son primos, novios, hermanos, choferes y cuates de partido, como lo reportó este lunes 30 de septiembre Reforma en sus páginas nacionales. Otra nota del mismo día señala el gasto millonario que hizo para mandar a legisladores a la reunión Interparlamentaria con España.
Hace algunos días el mismo Centro Mexicano para la Filantropía había celebrado el Foro: “Jornada sobre el Marco Regulatorio de las Organizaciones de la Sociedad Civil”, donde se percibió un horizonte atractivo de entendimiento de los poderes ejecutivo y judicial hacia el sector filantrópico. La calidad de las presentaciones por ejemplo la de Jorge Cravioto Galindo de la Secretaría de Gobernación, la de Vanessa Rivadeneyra del SAT y la de la legisladora panista Marcela Torres Peimbert en el Senado, apuntaban a una disposición de comprender las dificultades para desarrollar al sector filantrópico.
Se respiraba un aire fresco que renovaba el optimismo respecto a la posibilidad de impulsar al sector en México por ser un aliado del gobierno en ofrecer servicios que complementan necesidades públicas. Sin embargo, hoy se tendrá que cabildear de nuevo con el Presidente, con los Legisladores y partidos políticos para explicar cómo funcionan las donaciones, por qué se requiere ampliar el techo que limita los ingresos por generación de ingresos y la necesidad de promover el voluntariado organizado.
Es necesario señalar que a todo país conviene contar con un sector filantrópico fuerte, robusto, generador de oportunidades y de incentivar también el sentido emprendedor desde la economía no lucrativa. Diversos y contundentes son los servicios que ofrece, por ejemplo: En Arte y cultura: Sociedades amigas de museos, promotores de arte y cultura, Conservación del patrimonio cultural, fomento al coleccionismo con fines públicos; en Salud: servicios adicionales para trata de todo tipo de cáncer, prevención, sexualidad, nutrición y alimentación, etc. en Educación: servicios de alfabetización, creación de modelos alternativos para fomentar el proceso de aprendizaje, apoyo a la formación de maestros, involucramiento de padres de familia en la educación escolarizada, combate al analfabetismo informático, etc. Así podría continuar la lista en derechos humanos, vivienda, seguridad, bienestar, ciencia y tecnología, etc.
Por último es oportuno señalar que las organizaciones filantrópicas además generan empleos y pagan los impuestos que les corresponden por diversas actividades que realizan. Legisladores no tengan una visión de perder-ganar.
Desde el Consejo Directivo
El Presidente del Directorio expresó su preocupación sobre la falta de entendimiento de las necesidades fiscales del sector filantrópico e invitó a que este jueves 3 de octubre se asista a la reunión informativa sobre donativos y lavado de dinero que ofrece el Centro Mexicano para la Filantropía de las 9:00 a las 11:30 horas en la Fundación para la Protección de la Niñez, I.A.P. ubicada en Coyoacán 350, General Pedro María Anaya, C.P. 03340, México, D.F. Ahí podrán conocer los puntos de vista del Lic. Pedro Félix, del Despacho Jáuregui, Navarrete y del Valle, S.C. y del Notario Público, Lic. José Ángel Fernández Uría, Notaría 217.
La Secretaria del Consejo Directivo señaló que Fomento Social Banamex ha impulsado exitosamente un fondo para Desastres Naturales a través del cual ha otorgado un donativo de 1 X 1. De tal manera que al cierre de la junta se habían juntado 51 millones de pesos, cantidad que será duplicada y aplicada, según Banamex a tareas de reconstrucción.
El consejero encargado de desarrollo institucional recomendó emprender acciones para que en el acopio de víveres para damnificados ponga énfasis en las soluciones que hay gracias a la participación de la ciudadanaía y sus donaciones. Se hace necesario disminuir el abuso de empatía que se apoya en difundir la desgracia, es decir, la problemática. Continuar enfatizando el problema puede estimular a donar, pero una sola vez. Cuando se habla de que los problemas tienen solución las personas se convencen y los esfuerzos de medios de comunicación serán más venturosos si también señalan que en este tipo de eventualidades hay largos periodos donde se requiere ayuda. Exhorto a seguir donando.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.