Durante las últimas entrevistas de trabajo, las y los empleadores enfocan parte de su tiempo en comunicarle a los nuevos talentos el reglamento para empresas y la importancia de acoplarse a él.
A veces este pasa de ser comunicado por empleadores, a ser impreso y colocado en diversas estancias de la compañía como las áreas comunes o en los cubículos del personal. El problema puede ser que, por mucho que intenten promoverlos dentro de la compañía aún se pueden olvidar.
Y más cuando este tipo de reglamento para empresas solo abarca usar ropa formal o proteger los sistemas informáticos y tecnología que permiten a las personas hacer su trabajo mejor y más rápido.
Las empresas deben empezar a entender que un reglamento debe ir más allá de establecer un horario de comida, este debe contener un standard operating procedures (SOP).
El objetivo de este sistema es ayudar a las personas a realizar su trabajo y a mostrarles cómo deben de actuar o reaccionar en diferentes escenarios de una manera planificada previamente que está diseñada para obtener el mejor resultado.
Cada empresa puede adaptar este SOP a su modelo de negocio y brindar las mejores herramientas que les permitan a sus colaboradores a manejar diversas situaciones y para construir este sistema o nuevo reglamento para empresas, los valores de cada marca jugarán un papel sumamente importante.
Reglamento para empresas con valores
Jim Schleckser, autor del libro Great CEOs Are Lazy (2015), menciona que los valores nos dicen cómo tomar decisiones colectivamente. Estos son una especie de estrella del norte a la que las y los colaboradores de la empresa deben seguir para mantener a la compañía trabajando de una manera correcta.
Es por eso que los valores de una marca también son una gran parte de la cultura del negocio y ayudan a dar forma al aspecto formal y a lo informal que es, lo flexible o rígido.
Cuando la gente comienza a vivir los valores del negocio a diario, se convierte en una cultura que abrazarán con gusto y con esto apoyarán los propósitos y objetivos que la empresa se proponga.
Es por eso que los valores a menudo son aspiracionales: pintan una imagen de cómo desea que la empresa actúe y opere pero toda empresa debe ser realista.
Jim Schleckser, autor del libro Great CEOs Are Lazy.
Vemos ejemplos todo el tiempo en los que las empresas dicen que tienen una lista impresionante de valores que no suelen seguir o respetar.
Se tiene que liderar con el ejemplo
Jim Schleckser, compartió el caso de como la empresa Enron. Infamemente, tenía la «integridad» como uno de sus valores incluso cuando manipulaba los mercados energéticos para su beneficio.
La verdad es que cuando tu empresa no vive sus valores, la gente aprende rápidamente esa verdad y ahora los consumidores se percatan de esta doble cara.
Si una empresa dice que uno de sus valores es la integridad y las personas no actúan de esa manera, puede resultar en un retroceso real para la reputación de la empresa.
Actualmente, y con todos los diversos desafíos que nos pisan los talones, los grupos de interés han comenzado a mirar muy de cerca las acciones de sus empresas favoritas y a exigir coherencia con lo que dice y hacen.
Un ejemplo de ello fue la decisión de Ralph Lauren al retirar su patrocinio al jugador profesional de Golf, Justin Thomas, quien utilizo un insulto homofóbico durante uno de sus partidos.
Esta acción por parte de la empresa fomentó que sus grupos de interés cuestionarán si de manera interna la empresa es realmente socialmente responsable y cuenta con un equipo de trabajo diverso e inclusivo que se extiende de su cadena de valor hasta los consumidores.
Y con ello piden que las marcas sean congruentes con sus valores, con lo que defienden y las acciones que son las que finalmente las definen.
Más valores para construir un reglamento para empresas
Hay empresas que han decidido migrar a una cultura empresarial responsable y sostenible en donde sus palabras concuerdan con su modelo de negocio y acciones.
Muchas de ellas son reconocidas a través del sello de B Corp, que garantiza que una marca cuenta con los estándares más altos en temas de sostenibilidad, impacto social, medio ambiente, transparencia y legalidad, como en el caso de la empresa de helados Ben & Jerry’s.
De esta manera las organizaciones utilizan todo su potencial para generar bienestar a la comunidad.
Así que tal vez sea el momento de volver a analizar los valores de tu negocio. Ve lo que está impreso en las tarjetas de presentación o en el actual reglamento de la empresa y pregúntate si así es como realmente está actuando.
Una vez realizada esta tarea, podrás comenzar a construir tu SOP en el que los colaboradores y otros stakeholders puedan conocer cómo actuar ante diversas situaciones y que nivel interno como externo la empresa es congruente.
De lo contrario, podría ser el momento de reiniciar, porque construir y vivir un conjunto de valores en los que todas las partes interesadas puedan creer y aspirar será una gran parte del éxito de su negocio en el futuro.
