Por: Nalleli Barajas, subdirectora de Sostenibilidad de Grupo BMV
Los activos sostenibles se han vuelto un referente y requisito indispensable en los grandes portafolios de inversión a escala global. Los acuerdos de París para reducir emisiones y los Objetivos de Desarrollo Sostenible cada día prueban ser no solo acciones en pro del medio ambiente y la sociedad, también redituables para los inversionistas.
Para los gestores de fondos, evaluar el impacto del capital y las inversiones en el medio ambiente, la sociedad y las buenas prácticas corporativas ha permitido identificar oportunidades de inversión, así como crear portafolios de valor con una visión de largo plazo. En particular, el cambio climático ha sido un foco de atención para los inversionistas y organizaciones como las Naciones Unidas, IFC y la OCDE.
Iniciativas como la Coalición por la Descarbonización de Portafolios (PDC por sus siglas en inglés), Grupo de Inversores sobre Cambio Climático (IGCC), entre otros, han puesto sobre la mesa la relevancia de evaluar y dar seguimiento a la economía baja en emisiones de carbono. De acuerdo con cifras de la PDC, más de 32 grandes gestores de fondos administran más de 800,000 millones de dólares en activos descarbonizados.
La descarbonización de los portafolios de inversión ha crecido gracias a este tipo de iniciativas internacionales y al compromiso de las empresas por reducir sus emisiones a lo largo de su cadena productiva de forma consistente, con objetivos de largo plazo para combatir el cambio climático. Cada día más empresas integran a sus resultados financieros los avances en reducción de emisiones y los rendimientos asociados a estas iniciativas.
Hace más de una década resultaba complejo cuantificar el impacto monetario para emisores e inversionistas de este tipo de estrategias, pero hoy en día los resultados son visibles y atractivos para todo el mercado. A escala global, el retorno promedio de mejorar la eficiencia energética en los procesos industriales es del 23%, y en Estados Unidos es del 81%. Para los inversionistas, apostar por portafolios bajos en carbono ha resultado en rendimientos anuales superiores a invertir en portafolios tradicionales.
El índice MSCI World Low Carbon Target (GBP), cuyo Exchange Trade Fund (ETF) está listado en el Mercado Global de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), acumula un rendimiento de 12.5% en la última década, por encima del 12.3% del índice MSCI global. Desde hace una década, en Grupo BMV comenzamos a trabajar bajo objetivos de sostenibilidad y estrategias que permitan a los inversionistas contar con una amplia oferta.