Las empresas se han dado cuenta que ser «bueno» con los demás es bastante rentable, sin embargo no se trata solo de aparentar, sino de verdad serlo desde el ADN y en todas las operaciones de la organización… y no bueno de bondad… sino de ser viable social, ambiental y económicamente.
Impactar al ambiente de manera positiva, contratar también personas en situación vulnerable o minorías, no explotar a los colaboradores en pos de ahorrar unas cuantas monedas, ofrecer productos accesibles, incluso para las clases más desfavorecidas, no explotar a tu cadena de valor con regateos absurdos o políticas leoninas de pagos a 120 días hábiles; todas estas son acciones en las que algunas empresas han decidido tomar acción y están viendo resultados, ya sea en ahorros o preferencias de mercado.
Ser socialmente responsables está dentro de las metas de las empresas, ya que en la actualidad, los consumidores ya observan más el comportamiento de cada una de éstas y ello influye a la hora de las compras. Basta mirar las redes sociales para darse cuenta de ello.
En los años noventa se dio a conocer que Nike tenía prácticas de explotación laboral hacia los trabajadores en Indonesia, ante ello, el entonces director de la empresa, Phil Knight dijo que él no creía que el consumidor estadounidense querría comprar productos fabricados en condiciones abusivas.
No solo los clientes son los que están monitoreando cuál es el comportamiento de cada empresa, también los inversores lo están haciendo.
A partir de ello, la organización comenzó a ser un referente en la promoción de estándares éticos.
En 1999 se creó la Asociación de Trabajo justo, integrada por empresas, instituciones y universidades para terminar con las prácticas laborales de explotación. En 2005, Nike fue la primera organización en todo el mundo que publicó la lista de sus proveedores.
Con ello, comenzó a crecer económicamente y en el ramo inclusivo y sostenible… y por entendimientos así es que hoy son una de las marcas más valiosas del mundo.
Para María Jesús Pérez, subdirectora de la Fundación Codespa, el comportamiento responsable de las empresas les ayuda a protegerse mejor y reducir su riesgo reputacional, ya que están cada vez más expuestas al examen de sus consumidores. El marketing de reputación sigue creciendo día a día, y es importante ser muy transparentes y evitar casos de socialwash o greenwash.
Transparencia y buenas prácticas… simplemente porque es más rentable
Actualmente las empresas no pueden ocultar el impacto que tienen sobre la sociedad.
Según Ramón Baeza Senior Partner & Managing Director de Boston Counsulting Group, todo el mundo está en disposición de saber cuáles son las cadenas de suministro de una determinada compañía, cuál es la contaminación que origina, qué tipo de empleo ofrece, qué empresas están alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible… y por ende también pueden saber cuáles atentan contra el medio ambiente, quiénes no tratan bien a sus empleados o utilizan mano de obra en condiciones de esclavitud. Comportamientos como los últimos generan un impacto negativo en las decisiones de los consumidores y en la valoración de la sociedad en general, lo que en el mediano plazo golpea las finanzas de cualquier empresa.
Los inversionistas también lo piden
Sin embargo, no solo los clientes son los que están monitoreando cuál es el comportamiento de cada empresa, también los inversores lo están haciendo.
Para Baeza, los accionistas son los que están pidiendo a las empresas que les digan cuál es el impacto que su actividad tiene en la sociedad.
Larry Fink, el hombre que dirige BlackRock, el fondo de inversión más grande del mundo, es llamado “Mr. Fix-it”, es decir, “El reparador”, un apodo que se refiere a cómo suele solucionar los asuntos en el mercado financiero.
En su carta anual al mundo empresarial, este año señaló:
La sociedad exige que las empresas, tanto públicas como privadas, tengan un propósito social. Para prosperar con el tiempo, cada compañía no solo debe ofrecer un rendimiento financiero, sino también mostrar cómo hace una contribución positiva a la sociedad.
Y en lo laboral, lo mismo
Las nuevas generaciones de profesionales que se están incorporando al mercado laboral también están generando que se cambien las estrategias empresariales. Baeza señaló…
«Estamos entrando en la guerra por el talento. Los jóvenes están pidiendo algo más que una remuneración económica. Si las empresas están interesadas en atraer a los mejores profesionales tienen que tener un propósito en la sociedad».
Ahora, no solo son los resultados los más importantes en una empresa, también las acciones que contribuyen un impacto positivo para la sociedad, también cuentan.
«Estamos ayudando a las empresas a definir cuál es su propósito. Qué es realmente lo que quieren hacer por la sociedad y por el mundo, cuál es su valor añadido, por qué existen. Eso es fundamental».
Conclusión… RSE o extinción
Antes, la Responsabilidad Social Corporativa era una serie de actividades que las empresas enumeraban y ostentaban simplemente, sin embargo, ahora son acciones que se deben incorporar a la estrategia, porque de no hacerse, se pierde dinero.
De acuerdo con la subdirectora de Codespa, «se espera que los negocios incluyentes, aquellos que tienen en cuenta sus impactos, sobre grupos vulnerables, tiendan a ser la norma y no la excepción».
Los negocios inclusivos están siendo una estrategia para generar más impacto social con las cadenas de valor de una empresa, en ella se integran colectivos vulnerables como empleados, desarrollando acciones de apoyo y promoción de proveedores.
Cabe mencionar que las empresas que más esfuerzos sociales y ambientalistas hacen, obtienen también mejores retornos para los accionistas, según un estudio de BCG.
Cuando llegan los cambios o las crisis, muchas empresas que no han entendido el tema, recortan esfuerzos de esta índole… pero porque los manejan como añadidos. Sin embargo, cuando son parte intrínseca de la operación, es difícil desprenderse de ellos, porque representan también beneficios económicos.
La RSE no es el futuro, ni siquiera el presente… ya tiene varios años, y lo que sigue es… la aplicas, la mejoras, la comunicas… o en el mercado, pierdes.