Si bien el estudio y la aplicación de la Responsabilidad Social es un ejercicio relativamente joven, hay un concepto en el que todos los implicados están de acuerdo: debe ser rentable; entendiendo que rentable, en este caso, no se entiende como beneficios monetarios, sino como activos intangibles: posicionamiento, valor de marca, afinidad, entre otros.
En este marco llama la atención que de las 273 compañías que recibieron el martes pasado el distintivo ESR, sólo dos obtuvieron rentabilidad social al generar difusión en la prensa, en este caso, en el diario Reforma: Wyeth y la Cámara Minera de México.
El primero lo hizo de manera tradicional, comprando una plana completa y publicando el logro, por supuesto con un buen copy que liga su accionar comercial con el social.
El segundo caso ni siquiera es una empresa ESR, sino una cámara que felicita en desplegados independientes a dos de sus afiliados por haber obtenido el logro.
En este contexto y para obtener un análisis más cuantitativo citaremos que Reforma tiene un tiraje de 153, 012 periódicos de lunes a viernes, con una audiencia de 612,040 personas. Un número nada despreciable como receptor de una difusión social.
Ejecuciones como ésta demuestran que sí hay organizaciones que están atentas a obtener rentabilidad social a través de sus acciones, porque hay que decirlo, People es importante, Planet es importante… pero Profit es igual de trascendente, y por desgracia, en muchos casos, la carencia de pensamiento estratégico es palpable.