A primera vista, el utilizar tecnologías para eficientar el uso de energía eléctrica o agua en los procesos industriales puede parecer un gasto oneroso para las empresas.
En promedio, una compañía puede destinar de 20,000 hasta 200,000 dólares en mecanismos ahorradores que la conviertan en una industria “limpia” y amigable con el medio ambiente. Sin embargo, la inversión tiene una tasa de retorno muy corto, respecto de los beneficios que se pueden obtener, los cuales no se limitan al ahorro en los procesos, sino también traen un mejor “estatus” frente a sus competidoras y una mayor cartera de clientes, explicó José Carlos Padilla López, director de Autorregulación y Economía Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente (SMA) del DF.
“Este proceso les va a ser costoso, pero por un lado ayudará a generar beneficios ambientales y, por otro, beneficios en un mercado específico de consumidores que tienen la vista puesta en ellos; además, van a tener reducciones en cuanto a gastos por la eficiencia en sus procesos.
En el mediano plazo, esa inversión es rentable”, detalló. “Las empresas que ambientalmente están cumpliendo con sus obligaciones e incluso van por arriba de ello, son empresas que tienen una mejor percepción desde el punto de vista de los consumidores”, destacó Padilla López.
Un ejemplo exitoso es la Cervecería Modelo, la cual ha logrado disminuir 50% el consumo de agua en sus procesos, para pasar de 7 a 3.5 litros por cada litro de cerveza. Otra empresa que ha logrado eficientar su producción es Mexichem, en su planta Coatzacoalcos.
Esta empresa dedicada a la química y pretroquímica logró ahorros por 68 millones de pesos a través de un programa de eficiencia energética, mismo que la hizo acreedora al Premio Nacional de Ahorro de Energía Térmica en la categoría de Mejores Prácticas.
No obstante, las pequeñas y medianas empresas aún no se integran a este programa. Según la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conae), sólo 10% de las 3,918 micros, pequeñas y medianas empresas establecidas a nivel nacional usa tecnología para reducir sus consumos de agua y energía. “Los costos asociados (a los cambios) hacen que lo piensen más de dos veces”, afirmó Padilla López.
Desde el 2008, la SMA ofrece orientación a las Pymes para que mejoren sus procesos e inviertan -dentro de sus posibilidades- en tecnologías más limpias. “Nos acercamos a las cámaras de Comercio, para a través de ellas tener acceso a las Pymes, ya que a veces por desconocimiento éstas no se acercan al programa”.
Reconocimientos Aunque el objetivo de una empresa “verde” debe ser el contribuir con el cuidado del ambiente, los incentivos económicos -como descuentos en predial e Impuesto Sobre Nómina-continúan siendo el principal motor para que las empresas busquen la certificación ambiental.
Los instrumentos para dar esta certificación son la Auditoría Ambiental Voluntaria, a la que las industrias se someten para evaluar y promover la reducción de sus emisiones contaminantes, y la Licencia Ambiental Única para el DF, en la que se concentran todas las obligaciones de establecimientos industriales, comerciales y de servicios. De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente del DF, 4,800 empresas están reguladas a través de la Licencia Ambiental Única para el DF.
Durante el 2008 solicitaron su licencia por primera vez 545 establecimientos, mientas que las 2,774 que ya contaban con ella la actualizaron. Ese año, la Secretaría de Medio Ambiente local reconoció a las empresas que redujeron su emisión de contaminantes, el gasto de agua, producción de basura y uso de energía. Según la SMA, con estas acciones se logró el ahorro de 560,000 metros cúbicos de agua potable, lo que significa 6 litros por segundo más para los habitantes de la ciudad o dotar del líquido a 390,000 familias de la capital.
Entre las empresas reconocidas por mejorar sus procesos están Cemex Concretos, en su planta central, Concretos Apasco, Concretos Cruz Azul, Antibióticos de México, Colgate-Palmolive, Novartis Famercéutica y Corporativo, la Cervecería Modelo, entre otras.
A nivel nacional, las entidades federativas que en el 2008 tuvieron más industrias certificadas ambientalmente son Distrito Federal con 131; Tabasco, 101; Nuevo León, 95, y Tlaxcala, 51 empresas. Recolección de envases Un proyecto que se “cocina” en la SMA es la recolección de envases usados para hacerlos llegar a las empresas que los producen para su reutilización, detalló José Carlos Padilla López.
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