El planeta se calienta y los impactos negativos del cambio climático ya son evidentes, por ello, los inversionistas y la sociedad están presionando a las empresas para que reaccionen y les exigen transparencia y responsabilidad en sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Lo anterior ha llevado al cumplimiento de una gran cantidad de estándares que dictan cómo las industrias deben informar sobre su desempeño de carbono (CO2) y otros GEI. Hasta el momento, la elección de hacerlo y qué parámetro utilizar se dejan en manos de las corporaciones, pero posiblemente esto cambie ante la emergencia climática que vive el mundo, de acuerdo con BT Change.
¿Qué es un reporte de emisiones de carbono?
Un informe corporativo de emisiones es un proceso en el que las empresas informan públicamente sus emisiones y objetivos de carbono, así como las políticas y prácticas relacionadas con ello. Por lo que entre las acciones que puede incluir un reporte de emisiones obligatorio estarían:
- Publicar los datos de rendimiento de emisiones, por ejemplo, en un informe de sostenibilidad. Al preparar este último, la compañía puede seguir un marco desarrollado por una agencia acreditada, como el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés).
- Informar el rendimiento de emisiones a una organización externa, como CDP o Sustainalytics, que recopilará cifras de muchas corporaciones y compartirá los resultados con las partes interesadas. En este caso, la instancia a la que se está reportando tendrá un formato específico en el que solicitará los datos. CDP, por ejemplo, utiliza un cuestionario general.
¿Por qué un reporte de emisiones obligatorio?
La tendencia de los informes de emisiones se está moviendo hacia una mayor estandarización y obligatoriedad. Incluso, la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés) requerirá que todas las empresas que cotizan en la Bolsa divulguen:
- Cómo identifican y responden a los riesgos y oportunidades relacionados con el clima.
- Las implicaciones financieras y estratégicas de los riesgos y oportunidades, tanto ahora como en el futuro.
- Las emisiones totales de carbono o GEI, además los corporativos más grandes deberán contabilizar las emisiones producidas por proveedores y clientes (emisiones de Alcance 3).
La producción de un reporte de emisiones obligatorio también está surgiendo en la Unión Europea y otras regiones del mundo. Y aunque, un número cada vez mayor de compañías informa sobre su rendimiento de carbono, en gran medida es en respuesta a las demandas de los inversores.
A partir de 2022, los inversores, que representan más de 130 billones de dólares en activos, han solicitado a más de 10,000 corporaciones que divulguen su desempeño ambiental (incluido el de carbono).
6 claves para un reporte de emisiones obligatorio
Por lo que cumplir con los requisitos de presentación de informes de emisiones empresariales de manera efectiva podría pronto pasar de ser una opción a una obligación. Al respecto, el Dr. Christian Blanco de la Universidad Estatal de Ohio externa su experiencia de investigación sobre informes voluntarios de carbono y, comparte seis claves para la creación de un reporte de emisiones.
1. Encontrar al representante de C-suite adecuado
Las empresas deberán revelar quién supervisa su estrategia de cambio climático. Alguien con experiencia debe ocupar este rol, para que pueda actuar sobre los riesgos y oportunidades descubiertos en el reporte de emisiones obligatorio.
Esa persona podría ser alguien en el C-suite existente, ya sea la o el director financiero o de operaciones. Alternativamente, se puede considerar contratar a un líder en Sostenibilidad.
2. Contratar a las personas de apoyo necesarias
Las organizaciones que nunca han informado sobre su desempeño de carbono deben llenar algunos de los principales vacíos de conocimiento. Contratar a un consultor con experiencia en el sector puede ayudar a crear la estrategia.
Mientras, un integrante subalterno colaborar junto con el consultor y adquirir los conocimientos necesarios para ejecutar informes internos en el futuro.
3. Objetivos basados en la ciencia
“Cuando las empresas establecen objetivos, pueden decir arbitrariamente: ‘Nos comprometemos a reducir nuestras emisiones en un 5%’”, dice Christian Blanco, sin embargo “No siempre consideran la magnitud de la reducción de emisiones que necesitamos para evitar los impactos más dañinos del cambio climático”.
La verdad es que lento y constante no será suficiente. La temperatura global tiene un límite dentro del cual debemos permanecer —1.5 °C de calentamiento o menos— para evitar los impactos más dañinos. Para lograr ese objetivo, es necesario reducir las emisiones entre un 45% y un 50% para 2030.
Las corporaciones deben tener en cuenta esa realidad y trabajar hacia atrás para crear objetivos a corto plazo y verificarlos trimestralmente. Además de establecer metas climáticas basadas en evidencia, trabajando con ciencia en línea del Acuerdo de París.
4. Financiar proyectos para la reducción de emisiones
A menudo resulta difícil conseguir financiamiento para proyectos de reducción de carbono, puesto que si bien estos suelen ser rentables, su tasa de rendimiento no suele ser tan alta como la de los tradicionales.
Para eludir esta situación, se puede establecer un precio interno del carbono, que es una tarifa que la empresa se cobra a sí misma por las emisiones. Dicho pago generalmente oscila entre $5 y $20 por tonelada métrica, creando un ciclo de recaudación donde se mejora el rendimiento y se financian nuevas propuestas.
De igual forma, se puede crear una categoría separada para los esfuerzos de disminución de carbono, con un presupuesto independiente, así no se compara la tasa de rendimiento con las inversiones tradicionales.
5. Priorizar proyectos para el reporte de emisiones obligatorio
Una vez que se comience a identificar riesgos y oportunidades, se tendrá que priorizar que necesidades atender, por ejemplo, si se requieren iniciativas de recuperación cortas, se podría apostar por el transporte. Si se requiere algo a largo plazo, sin duda, apostar por energías renovables es la opción.
- ¿Se tiene un presupuesto inicial bajo? Se puede iniciar con intervenciones conductuales, como capacitar a los empleados para conservar energía y crear campañas para promover prácticas de eficiencia energética. Cambiar el comportamiento de las y los colaboradores no cuesta mucho, se amortiza rápidamente y aún puede reducir las emisiones.
6. Crear informes de carbono efectivos con el tiempo
Según la investigación de Blanco, a una empresa promedio le toma de tres a nueve años obtener los informes de carbono correctos, ya que es un ejercicio difícil el reportar, sobre todo en cuanto a las emisiones de Alcance 3.
Si bien parece un desafío para las industrias que comienzan en la entrega de reportes de emisiones obligatorios, es posible que experimenten un cambio de óptica a medida que crecen las presiones para que se hagan responsables de sus emisiones causantes del calentamiento climático.