Pese a no ser mencionada como una de las principales causas de la pobreza, la discriminación se debe considerar como otro de los motivos de ese problema. No sólo la corrupción, el empleo informal o la concentración de la riqueza en unos pocos han contribuido a que, igual que hace más de 20 años, 53 por ciento de los mexicanos sean pobres, según se dio a conocer ayer en un foro donde conversaron representantes de la sociedad civil y el gobierno.
Alexandra Haas Paciuc, presidenta de Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) propuso ese enfoque. Si no se toma en cuenta esa perspectiva, advirtió, será difícil eliminarla. Puso como ejemplo el salario que perciben las mujeres en el país, el cual en muchos casos es inferior al de los hombres.
Los pueblos indígenas están “sistemáticamente en los índice inferiores en el acceso a derechos. No es una coincidencia, es resultado de un diseño político, social y legislativo que perpetúa la discriminación de esos grupos”, afirmó.
El combate a la miseria es “deseable, factible y urgente”, coincidió junto con Lourdes Morales, directora de la Red por la Rendición de Cuentas (RRC); Ricardo Fuentes Nieva, director ejecutivo de Oxfam-México y Francisco López Díaz, director nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). Todo ellos participaron en el foro organizado por la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, en el marco de su primer aniversario.
La estrategia que se conciba debe atacar la corrupción, indicó Lourdes Morales. “Hay una falla en el diseño de las políticas públicas para eliminar la desigualdad”. Además no se rinde cuentas de los programas que se crean para ello, “son una caja negra del gasto”, deploró.
Al respecto, Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador operativo de la Acción Ciudadana, quien moderó el encuentro, apuntó que hay 6 mil 751 programas que no tienen objetivos claros, población destinataria definida y otro tipo de opacidades.
Fuentes Nieva aseveró que la economía mexicana ha crecido en los últimos años. En ese contexto el número de pobres no ha disminuido pero la fortuna de los más favorecidos sí aumentó, pues el patrimonio de los cuatro multimillonarios del país pasó de representar 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2000, a 9 por ciento en 2012.
Más del 50 por ciento de la economía mexicana es informal, agregó el director nacional de la Coparmex, quien también llamó la atención sobre la baja productividad.
Sobre ello Alexandra Hass apuntó que de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) éste es en el que más se trabaja y menos se produce. Eso se debe a la falta de compatibilidad entre la vida familiar y la laboral. “Nos comportamos como si sólo nos dedicáramos al trabajo y no hubiera que cuidar hijos, adultos mayores o personas con discapacidad”. Para ser más productivos, dijo, necesitamos tener empleos que no pongan una “barrera artificial” entre ambas realidades.
Fuente: La Jornada