La carta que Larry Fink, CEO de BlackRock, dirigió a inversionistas hace unos días generó un respaldo unánime entre representantes empresariales y del tercer sector, que consideran cada vez más estrecho el vínculo entre el desarrollo sustentable y crecimiento económico.
Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), aseguró que “estamos totalmente de acuerdo con BlackRock sobre la importancia de ser sustentables en la economía”.
Añadió que “el CCE realiza consensos con las organizaciones que le conforman” y anticipó que en febrero próximo dará a conocer un nuevo Código de Ética Empresarial, con el objetivo de consolidar su compromiso con la sustentabilidad. “No debemos perder la perspectiva ambiental, pues el cambio climático es un problema real y muy serio”, aseguró.
Los activos de BlackRock superan los 6.5 billones de dólares de inversionistas alrededor del mundo y tiene presencia en más de 40 países, incluido México.
Claudia Janez, presidenta del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG), coincidió en que “BlackRock lanzó un mensaje sobre la sustentabilidad, economía verde y crecimiento social que tenemos que atender. Existen rubros que un inversionista siempre debe tomar en consideración: contar con crecimiento económico, tener un plan de sustentabilidad para 10 años y establecer prácticas de inclusión social”.
Por su parte, Gustavo Ampugnani, director de Greenpeace México, detalló que es plausible que BlackRock reconozca como factor de alto riesgo al cambio climático.
“Lo escrito por Fink es significativo, sin embargo, no debemos pensar que esa carta cambiará las cosas de inmediato, pues se necesitan acciones reales y no sólo purgar pecados”, consideró.
En la carta del CEO de BlackRock se plantea la desinversión de productores de carbón térmico, el cual se utiliza como combustible en centrales carboeléctricas.
“Con la aceleración de la transición energética global, no creemos que la perspectiva económica o de inversión a largo plazo justifique el continuar invirtiendo en este sector”. Ante ello, anticipó que eliminarán sus inversiones en empresas que generen más de 25 % de sus ingresos por producción de carbón térmico.
¿Y México?
En México, las dos principales centrales carboeléctricas se ubican en Nava, Coahuila y generan 5.21% de la electricidad que consume el país.
Ejemplo de las ganancias que deja este mineral es Altos Hornos de México -la mayor siderúrgica del país-, en su reporte financiero de 2019 informó que colocó en el mercado 5.9 millones de toneladas de carbón térmico, lo que representó ventas totales por 66 mil 791 millones de pesos.
En contraste con la tendencia que anticipa BlackRock, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha apostado por el renacimiento de Petróleos Mexicanos (Pemex) y le ha inyectado una inversión de 11 mil millones de dólares, así como por el impulso de la producción de electricidad con carbón.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que la empresa suiza Glencore International ganó una licitación por la que le adjudicaron 12 contratos para proveer de 4.9 millones de toneladas de carbón mineral térmico a la paraestatal eléctrica.
Al respecto, Gustavo Alanís Ortega. director general del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), comentó que es lamentable que México vaya a contracorriente en materia energética y regrese a los años 70, apostando al petróleo y termoeléctricas a base de carbón.
“La política energética de AMLO no es viable, empeora la calidad del aire de las ciudades y daña la salud de la población”, subrayó.
Calificó de atinadas la postura y comentarios del CEO de BlackRock, pues no existe marcha atrás y se debe apoyar la sustentabilidad, debido a que el actual modelo económico no funcionó. “Además que la humanidad necesita depender menos de los combustibles fósiles”, comentó.
Se congratuló de la postura empresarial mexicana que ha dado pasos propios en favor de una economía verde y de impulso a la energía renovable. “No olvidemos que infinidad de créditos financieros en México contemplan el impacto climático en sus tasas de interés”, destacó.
Cambio climático y su impacto económico: Fink
En su carta de 2020, Larry Fink indicó que el cambio climático tiene un impacto significativo en el crecimiento económico y en la prosperidad de los países.
“La concientización está cambiando muy rápido, y yo creo que estamos al borde de un cambio estructural de las finanzas”, señaló.
A partir de este año, BlackRockimplementará diversas medidas para ofrecer inversiones sustentables de sus principales portafolios y además se comprometió a que las soluciones verdes cobren comisiones por administración comparables a las de las soluciones tradicionales.
En su misiva, Larry Finkexplica que pronto tendrán disponibles las versiones sustentables de los modelos de Target Allocation, que utilizarán exposiciones de índices optimizados para factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por environmental, social y governance).
Una carta anunciada
En los últimos años, Larry Fink ha dado un espacio relevante a la sustentabilidad en sus cartas anuales.
En 2019 escribió que: “el compromiso que tiene BlackRock es el gobierno corporativo, incluyendo un enfoque para abordar la diversidad, riesgos y oportunidades medioambientales y gestión del capital humano. Prioridades que reflejan el compromiso que tenemos de involucrarnos en asuntos que influyen en las perspectivas de una compañía que visualiza el largo plazo”.
En 2018, este corporativo global lanzó una gama de fondos cotizados en bolsa (ETF) en Estados Unidos y Europa que incorporan los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), que le permitió cimentar las bases para ser un líder mundial en “inversiones sustentables”.
Fink, en su carta a inversionistas de ese año, dijo que “la sociedad exige que las empresas, tanto públicas como privadas, estén al servicio de un propósito social. Para prosperar con el paso del tiempo, las empresas no deben tener un buen desempeño financiero, sino también demostrar cómo contribuyen positivamente a la sociedad”.
En 2017, se anunció que los activos totales de fondos de inversión de BlacRock dedicados a prácticas empresariales medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) que cotizan en bolsa en Europa y Estados Unidos crecieron casi 50% desde el 2013.
En 2016, Larry Fink afirmó que las empresas que no tienen un propósito social último no podrían desarrollar de manera plena su potencial.
“Se necesita un nuevo modelo de gobierno corporativo en el que los consejeros se comprometan con la visión a largo plazo y no con la consecución de resultados económicos trimestrales”, dijo en ese momento.
Enfatizó también que había escrito a los CEO de compañías líderes “para instarlos a que resistan a las poderosas fuerzas de corto plazo que afectan el comportamiento corporativo”.