Si ha decidido recorrer el camino de la responsabilidad social, recuerde que no se puede lograr todo la primera vez.
Seleccione áreas puntuales de mejora y concéntrese en ellas.
Innove y experimente las iniciativas que juzgue adecuadas a la cultura de su empresa; no tenga miedo de iniciar proyectos completamente nuevos.
Ser socialmente responsable en temas ambientales no implica forzosamente que la organización deba implementar un sistema de gestión ambiental u obtener una acreditación como industria limpia.
Sólo indica que la empresa se ha comprometido a adoptar políticas y a realizar acciones que la hagan más responsable del medio ambiente.
Sin embargo, si la organización cuenta con un sistema de gestión ambiental, puede declararse como socialmente responsable en el tema ecológico.
Una buena política y acciones de responsabilidad social ambiental no sólo le brindarán a la empresa el merecido reconocimiento.
Con toda seguridad le aportarán significativos ahorros de dinero, e incluso ingresos adicionales con casi ninguna inversión económica.
El Financiero, Mercados, p. 6