Acorde con lo publicado hoy por el diario Reforma, en Gran Bretaña, los carteles de la última cinta de Angelina Jolie, «Se Busca (Wanted), fueron censurados y retirados de las calles por considerar que la imagen le daba cierto glamour a la violencia.
En varios países, los posters de cine no pueden contener escenas que agredan al público; por ejemplo, personajes apuntando con un arma al espectador. Un buen ejemplo de ello es el poster de Valiente (The Brave One), la cinta de Jodie Foster donde tras ser víctima de un crimen muy violento, una mujer decide tomar la ley en sus manos ante la «pasividad» de las autoridades. A pesar de ser una cinta muy agresiva, el cartel respeta al público con el lineamiento señalado de no apuntar de forma directa.
Sin embargo, en nuestro país, donde hace apenas unos días tuvo lugar una marcha contra la violencia, éste es el tipo de publicidad que se hace y se exhibe en nuestras calles para los productos televisivos.
No es posible que como individuos, como empresas, como sociedad, reclamemos ambientes seguros cuando en nuestras televisiones y en nuestras calles se exhiben estos diseños; y hay que aclarar que lo anterior nada tiene que ver con el producto televisivo en sí mismo; la libertad de expresión existe en México y se pueden hacer guiones y programas con cualquier temática. El problema radica cuando su transmisión o su publicidad no respeta horarios y/o lugares donde familias convergen.
La responsabilidad social comienza en casa… y hoy, Londres dió un buen ejemplo de ello.
