En el inconsciente, palabras como “patrón”, “empresario”, “capitalista”, evocan lucro, competencia, egoísmo, y más, en esta crisis económica que estamos viviendo.
Sin embargo, el uno y dos de octubre México fue anfitrión del XXIII Congreso Valores para la construcción de un mundo mejor, de la Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresas (UNIAPAC), organizado por la Unión Social de Empresarios de México.
El congreso permitió que más de mil dirigentes de empresa de América, Europa, Asia y África, intercambiaran puntos de vista sobre los retos éticos que plantea el actual contexto económico. Asistieron el Presidente de México y su esposa, obispos, líderes sociales, políticos y universitarios.
El cardenal Martino, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, envió un mensaje: “si es probable que la actual crisis económica y financiera se encuentra, como algunos afirman, en su fase final, es todavía más probable que sus consecuencias seguirán causando víctimas, particularmente entre los más débiles, si no se contrarresta la falta de fraternidad tan difundida en nuestro mundo…”
Margarita Zavala dijo que la crisis que vivimos es, en parte, por falta de responsabilidad y ética, por eso urge formación en valores. El cardenal Sandoval expresó: no basta conocer principios y valores para aplicarlos, si no hay conversión, pues hay personas que conociéndolos, no los practican.
El presidente de UNIAPAC, José Ignacio Mariscal, insistió en la necesidad de formar en virtudes públicas y hacer un mayor esfuerzo para que la empresa asuma y respete la dignidad humana y reconozca la primacía del trabajo sobre el capital.
Mariscal subrayó: “Nos encontramos en esta crisis global por ocuparnos sólo del crecimiento económico más que del desarrollo humano integral.
“Un crecimiento que olvida a la persona y se limita a considerarla sólo como productora y consumidora está condenado al fracaso porque niega otras dimensiones y excluye a millones de personas”.
Que organizaciones como USEM consideren a la persona en su totalidad es una esperanza de un futuro mejor. Por eso, el documento: La rentabilidad de los valores, que sostiene que las empresas son más rentables cuando aplican modelos de gestión socialmente responsables, centradas en la dignidad humana, es muy oportuno y profético.
Aportes como los de Lorenzo Servitje, empresario exitoso y pionero de este tema, hacen ver que la centralidad de los valores es el soporte de las empresas y la garantía de su supervivencia en el tiempo.
Este congreso es una apuesta para practicar principios como: solidaridad, subsidiaridad, autoridad y bien común, elementos clave de la responsabilidad social empresarial y antídoto contra el individualismo y el capitalismo salvaje.