Durante 2011, apenas 500 firmas mexicanas alcanzaron el nivel para recibir el distintivo de Empresas Socialmente Responsables (ESR), de un total de más de 850 mil que existen en México, afirmó el catedrático e investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, Juvenal Rojas Merced, quien aseveró que la responsabilidad social empresarial en nuestro país aún es una alternativa poco asumida para el cuidado del bienestar social y económico.
El servidor universitario, quien en conjunto con la académica Martha Iraiz Navidad Courcelle, desarrolló el trabajo de investigación “Responsabilidad Social Empresarial: Empresas, bioética y responsabilidad”, aseveró que “de no tener clara la responsabilidad dentro de sus actividades comerciales, una empresa tiene la capacidad potencial de causar daños a miles de individuos simultáneamente”.
Los daños, puntualizó, pueden ser desde económicos hasta mortales, ya sea por productos defectuosos, condiciones laborales inadecuadas o contaminación ambiental, con efectos tan devastadores que podrían incluso, afectar a generaciones aún no nacidas, a través de la contaminación de cuerpos de agua o terrenos.
La obligación de las empresas para evitar daños, subrayó, es con el uso y manejo de mejores estrategias y estándares de equidad entre producir y cuidar al medio ambiente, incorporando la conducta humana.
En la práctica, advirtió, sobresalen algunas acciones que las empresas responsables han desarrollado, como la de establecer un equilibrio que mire hacia la búsqueda de mejorar las condiciones de vida de la sociedad, mediante un incremento en el bienestar social.
Recordó que por definición, la Bioética es la rama de la Ética que se dedica a proveer los principios para la correcta conducta humana respecto a la vida animal y vegetal, así como del ambiente en el que pueden darse condiciones aceptables para la vida.
En el ámbito de la Economía, dijo, sería proveer o dotar a la sociedad de aquellas condiciones que le permitan no sólo cubrir o satisfacer sus necesidades básicas, sino mejorar los estándares de vida.
Por ello, concluyó, si bien los principios bioéticos están dirigidos a personas, también pueden ser aplicados a las empresas, teniendo en cuenta que representan a personas organizadas en sistemas y que, al igual que los humanos, son responsables por lo que hacen o dejan de hacer; sin embargo, el reto es el mismo: lograr que las relaciones sean éticas.
Fuente: diarioportal.com
Publicada: 28 de Junio de 2012
