La Responsabilidad Social no está en el menú

El problema de la obesidad no es de una nación, es global. Los índices de enfermedades cardiovasculares, así como de diabetes y otros padecimientos asociados, tienen cifras de escándalo. Pese a ello, la industria de los alimentos alrededor del orbe no se ha comprometido seriamente con el bienestar de sus consumidores… y cómo hacerlo cuando laceran sus intereses.

En México es fácil constatarlo en la reticencia de las marcas por salir de las escuelas de educación básica; una actitud que ha expuesto los dientes de toda la industria de lo que el gobierno le ha dado por denominar «comida chatarra.» No obstante, el caso que hoy llama la atención es el de Reino Unido, en donde varias cadenas de comida rápida han optado por no revelar de modo generalizado en todos sus establecimientos, las calorías de los alimentos que sirven, según informa el diario «The Independent».

El verano pasado la Agencia de Normativa Alimentaria del Reino Unido puso en marcha un proyecto piloto, por el cual, 18 cadenas restauranteras se comprometían a mostrar esa información en sus menús, en los expositores POP como refrigeradores e incluso en la zona de cajas registradoras.

Hoy, varias de ellas han abandonado el proyecto o se oponen a ampliarlo a más establecimientos.

Como ejemplos están Pizza Hut, que ha dejado de ofrecer información nutricional en algunas sucursales; Kentucky Fried Chicken sólo lo hace en dos de sus 750 restaurantes en el Reino Unido e Irlanda; y Burger King, sólo aplicó la medida en cuatro hamburgueserías, y al parecer no ha decidido si la generalizará a todas ellas.

Otras cadenas abandonaron el proyecto piloto y anunciaron que adoptarán de modo autónomo las medidas que juzgue oportunas en este ámbito. La medida parece decir «En realidad no nos interesan los índices de sobrepeso mientras sigamos vendiéndoles toneladas de kilocalorías.»

Es lógico que la responsabilidad social puede oponerse a algunas prebendas empresariales… de lo contrario no sería responsabilidad. La pregunta de fondo aquí vuelve a ser ¿Es la RSE una parte fundamental de las empresas o nuevamente es mera cosmética? Caso tras caso, cuando se tocan intereses sólidos, las empresas parecen inclinar la balanza hacia lo segundo.