Por: Alejandra Aguilar y Edgar López
Empresas cigarreras que comienzan a vender productos libres de humo; compañías refresqueras que aspiran a dejar de vender productos altos en azúcar; multinacionales que se han construido al ritmo de la moda rápida… y hoy niegan que ese siga siendo el camino.
Los tiempos cambian, las empresas también. ¿Esta mal? En absoluto. Sin embargo se trata de un reconocimiento tácito al impacto que han generado.
Eso viene a la mente cuando se escucha a una contundente Kelly Kroger, CEO de C&A México, asegurar que la industria de la moda no puede continuar por el mismo rumbo y que el fast fashion tiene los días contados.
Utiliza palabras como “sustentabilidad” y “economía circular” para referirse a los intentos que están haciendo al interior de la compañía para mitigar, en parte, los daños ocasionados por la industria de la moda rápida.
Apenas el año pasado, Naciones Unidas consideró al fast fashion como una emergencia medioambiental.
¿Cómo llegamos a esto?
El documental The True Cost apunta la responsabilidad de las grandes marcas de moda en la reinvención la industria a través del fast fashion, generando patrones de consumo excesivos con colecciones de bajo precio y cambiantes a todo momento.
Detrás de esto se esconde una problemática de enormes dimensiones sociales y ambientales.
Ante este panorama, empiezan a surgir chispazos de responsabilidad social en la moda rápida. ¿Tardíos, efectivos? Sólo el tiempo lo dirá.
C&A surgió en 1841 y actualmente tienen más de 2 mil tiendas en todo el mundo. En este punto, con sus 178 años de historia, anuncian su “primera colección de ropa hecha con materiales sustentables”, con prendas para mujer, hombre, niños y bebés.
¿Responsabilidad social en la moda rápida?
La colección que abanderan con el lema “Wear The Change”, incluye entre sus materiales de producción algodón orgánico, algodón BCI y “viscosa más sustentable”.
El algodón orgánico es obtenido a través de procesos libres de sustancias tóxicas para el ambiente, mientras que Better Cotton Initiative (BCI) exige un mínimo de pesticidas, riego eficiente y buenas condiciones a sus trabajadores, entre otros aspectos.
¿Qué porcentaje del total de insumos que utilizan atiende alguno de estos criterios?
Pues sólo en el caso de la línea Wear The Change para bebés, Kelly ofrece el dato de que es “100% de algodón orgánico”, para el resto de las prendas no hay cifras precisas.
Durante la presentación en México de su línea Wear The Change, Alejandra Sánchez, líder en sustentabilidad de C&A México, asegura que hasta 48% del algodón utilizado en sus prendas fue “más sustentable”. En otro momento, la “experta en materiales” de la marca dice que es una proporción de alrededor de 31 por ciento.
¿Por fin?
Cadena de proveeduría
Alejandra Sánchez reconoce que entre los impactos más fuertes de la industria textil se encuentran el uso de sustancias tóxicas así como las condiciones de trabajo en las maquilas.
Como parte de la contribución de C&A para reducir esta problemática, asegura que auditan 100% de las fábricas que maquilan sus prendas “bajo un código de conducta global y bajo el marco local”.
Explica que entre los criterios revisados están condiciones seguras para el trabajador, la no existencia de trabajo forzado y salidas de emergencia.
En la lista de proveedores que se encuentra en la página de Internet de C&A, se cuentan un total de 117 negocios mexicanos, de entre 1 y mil colaboradores, que le surten prendas, calzado y accesorios a la marca.
Mantenerlos auditados a todos cada año implicaría realizar una auditoría en promedio cada tres días. ¿Lo harán así?
“Por temas de convicción queremos producir localmente, a veces el partner en México no tiene lo que necesitamos, trabajamos con ellos, ayudándoles, asesorándoles”, complementa Kelly Kroger.
En México dice que 65% de sus proveedores son “A y B, best in class, realmente con las mejores prácticas”.
“Los jeans mas sustentables del mundo”
Uno de los retos más grandes que tiene la marca, asegura Kelly Kroger, “es hacer ropa sustentable pero accesible en precio. Es un doble juego, es muy complicado”.
En términos de ingeniería de costos, explica, han podido mitigar gracias a que trabajan a nivel global y realizan compras de insumo más grandes, aunque se trata aún de productos más caros.
Ejemplifica con la prenda por excelencia: un jean promedio en C&A se vende en 399 pesos, mientras que el realizado con alguna cualidad de sustentabilidad tiene un costo de 699 pesos.
Aún así, defiende Kroger, “un Levis cuesta mil 500 pesos. Nosotros tenemos el jean más sustentable del mundo en 699, eso es el benchmark de cómo hacer moda sustentable”.
Llega promoción de reciclaje a México
Alejandra Sánchez informó que ya reciben ropa usada en 10 tiendas del país, a cambio de lo cual ofrecen cupones de descuento para comprar en las sucursales C&A.
La marca global inició con esta iniciativa el año pasado en otros países y acaba de llegar a México. De momento, se recibe la ropa en 4 tiendas de la Ciudad de México y 6 del resto del país.
Kroger explicó que la ropa obtenida a través de esta iniciativa a nivel global es manejada por uno de sus socios alemanes, que identifica el potencial de reutilización de las prendas para continuar dándoles uso, mientras que las que ya no pueden ser reutilizadas son convertidas en trapos o rellenos de muebles de la industria automotriz.
¿Es sostenible trasladar estas prendas a otro país? ¿No sería deseable encontrarles reutilización aquí? ¿Abona a la moda sustentable dar promociones para adquirir fast fashion?
En Expok nos quedamos con algunas preguntas sin respuesta, pues aunque teníamos agendada una entrevista con la CEO en México de la marca, ésta no pudo concretarse.