Por Carlos Muñoz
Sería increíble que la Responsabilidad Social pudiera inyectarse, porque así, todos nos curaríamos de los males que como humanidad nos aquejan en el Siglo XXI y que nos están llevando a toda velocidad hacia un precipicio: envidia, coraje, ambición desmedida, insensibilidad, poder, complejos de superioridad, rencores, discriminación, abusos, corrupción, guerras, ejecuciones, hambre, pobreza, contaminación ambiental e intolerancia, entre muchas otras enfermedades, necesitan ser abatidas por la vacuna RS.
La RS es el antídoto natural, es el remedio casero por excelencia, porque empieza desde casa PREVINIENDO todas las enfermedades mencionadas. La RS debe estar al alcance de todos sin excepción o distingos. Todos debemos aplicárnosla y recomendarla a quienes no la conocen, porque es la medicina alternativa y la panacea contra el comportamiento apático, destructor, abusivo, insensible e inhumano. Está comprobado, la RS tiene efectos mágicos en los que la usan de manera regular y la comparten para evolucionar y ser mejores individuos.
La única contraindicación de la RS es que no surte efecto en quienes realmente no quieren curarse y desean seguir enfermándose y enfermando a los que los rodean, a la naturaleza y al mundo entero.
Bien aplicada, la vacuna RS acabará con todos nuestros males, nos permite seguir ganando, y de pilón nos fortalecerá como especie humana.
Carlos Muñoz
Comunicólogo egresado de la Universidad Anáhuac, cuenta con estudios de posgrado de Especialidad en Mercadotecnia en su Alma Máter y actualmente cursa la Maestría en Responsabilidad Social también en la Anáhuac.
Es Director de Comunicación de la Asociación Mexicana de Comunicadores (AMCO) y anteriormente se desempeñó como Gerente de Relaciones Públicas en el Hipódromo de las Américas.
