El artista sirio Abdalla Al Omari trabajó durante casi dos años creando una serie de obras en las que muestra a líderes mundiales como Donald Trump, Barack Obama, Ángela Merkel y Vladimir Putin, como refugiados, migrantes o marginados. Esta colección es llamada La serie de la vulnerabilidad.
En Bélgica, el pintor es refugiado y esto lo motivó a crear “The Vulnerability Series”.
“Ser refugiado es como tener un nuevo bulto en tu cuerpo sobre el cual no puedes hacer nada y que va a estar ahí hasta el último día, así que mejor lo aceptas”
Vladimir Putin con un cartel que reza “Ayúdeme. Dios lo Bendiga”.
En la serie, Trump es retratado como un refugiado que sostiene a una niña en sus brazos, junto con sus pertenencias, una colchoneta para dormir y una fotografía de su familia.
Vladimir Putin y Bashar al Assad, aparecen en las pinturas. Putin, cuyo ejército ha realizado ataques aéreos en las zonas sirias controladas por los rebeldes, es representado como una persona sin hogar, mientras que el presidente de Siria aparece sumergido en agua con un sólo barco de papel para ayudarlo.
En la obra titulada The Queue, se ve una línea interminable de personas esperando por comida, entre ellas se distinguen varios líderes mundiales como el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el presidente iraní, Hassan Rohani, el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama y hasta el norcoreano Kim Jong Un.
El artista ha recibido muchas críticas negativas y reacciones positivas ante su trabajo.
“A veces las personas le tienen mucho aprecio a sus políticos. No los pueden ver caer de sus tronos, no los pueden ver débiles”.
El autor describió en su blog que la idea de mostrar a los líderes mundiales de esta forma era para romper con la imagen de fortaleza. Respecto al presidente de Siria, Bashar Assad, el artista sintió lástima.
«Incluso sentí lástima por Assad. En este universo sin gravedad, a lo único a lo que nos podemos aferrar es a nuestra vulnerabilidad. Esta sensación invisible nos conmueve, y misteriosamente, nos lleva de vuelta a la realidad. Estoy convencido de que es el arma más poderosa que posee la humanidad, mucho más que la demostración de la fuerza, los cráteres de bombas y los agujeros de balas en nuestras memorias colectivas. La vulnerabilidad es un don que todos deberíamos agradecer.
El artista también pintó a la célebre foto de los habitantes del campo de Yarmouk, haciendo fila para poder conseguir comida en 2014.
Esta obra ha llamado mucho la atención en los lugares donde se ha presentado y también en internet. En un video superó las doce millones de reproducciones, en donde afirma que «Estos líderes son responsables del desplazamiento de los sirios. Quizás así comprendan lo que se siente ser vulnerable».
