Las negociaciones de carácter más técnico de la Cumbre del Clima de Copenhague siguen sin cerrar los aspectos más elementales para la consecución de un acuerdo global contra el calentamiento global a pocas horas del comienzo del tramo más político, con el desembarco de los ministros, primero, y de los más de 110 jefes de Estado y de Gobierno en la capital danesa.
El secretario general de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático, Yvo de Boer, advirtió esta tarde de que las conversaciones van «muy lentas».
A lo largo de la jornada, y poco antes de la inauguración del tramo ministerial, comenzaron a aparecer nuevos borradores de las negociaciones surgidos de los grupos de consultas informales creados el lunes para tratar de avanzar en aspectos relacionados con la lucha a largo plazo contra el calentamiento global.
En los textos no aparecen objetivos de reducción de emisiones para los países ricos a 2020, ni cifras de financiación ni una referencia clara a la naturaleza jurídica que debe tener el futuro pacto internacional.
El portavoz de Intermón Oxfam, José Antonio Hernández de Toro, explicó que de los nuevos textos conocidos hasta ahora, sobre financiación, adaptación y arquitectura jurídica, lo más relevante son las «ausencias».
Más concretamente, lamentó que no se haga referencia al fondo de adaptación, que no se clarifique que el incremento de recursos no se detraerá de la ayuda oficial al desarrollo y que éstos tienen que ser públicos; así como la desaparición de los textos del principio de ‘quien contamina, paga’ y de la priorización a los países más vulnerables en la financiación para la adaptación al calentamiento.
En todo caso, y como es ya costumbre en este tipo de negociaciones, el estado de la situación, como recordó Hernández de Toro, puede variar en cualquier momento.
UNOS A OTROS SE PIDEN MÁS ESFUERZOS
Mientras tanto, siguen los reproches públicos entre las partes, que se exigen más compromisos. Así, la UE reclamó de nuevo este martes a China y Estados Unidos que incrementen sus compromisos en la lucha contra el cambio climático porque emiten la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que se vierte a la atmósfera en todo el planeta. Mientras, la delegación estadounidense se defendía de las críticas de la UE asegurando que su propuesta supone un esfuerzo equivalente al del resto de países desarrollados.
El ministro sueco de Medio Ambiente, Andreas Carlgren, dijo en la rueda de prensa diaria de la ‘troika’ comunitaria que Europa «vendería muy barato» un anuncio de aumento de su compromiso de reducción de emisiones de CO2 hasta un 30 por ciento si no espera a que China y Estados Unidos incrementen sus aportaciones. De hecho, aseguró que de no variar su posición, China se `comería’ en sólo dos años el esfuerzo adicional de un 10 por ciento de reducción de la UE.
En todo caso, subrayó que el momento es «serio» pero que Europa mantiene las esperanzas de alcanzar un acuerdo ambicioso y está preparada para la búsqueda del consenso. Asimismo, recalcó que no es la UE la que intenta eludir el nivel de compromiso obligatorio del Protocolo de Kioto.
Al contrario, insistió en que su voluntad es establecer compromisos obligatorios para los países ricos pero que también son necesarios los compromisos emergentes. Sin embargo, el negociador norteamericano, Todd Stern, que compareció inmediatamente después, se defendió de las críticas hacia su compromiso y aseguró que su apuesta supone un esfuerzo equivalente.
Respecto al momento de las negociaciones, Greenpeace pidió a la UE que muestre su liderazgo y se mantenga «firme» al lado de los países en desarrollo.
«La UE debe ser constructiva en las negociaciones», reclamó. En este sentido, solicitó que trabaje para recuperar el rango de reducción de emisiones de los países industrializados que contenía la propuesta de acuerdo para modificar Kioto presentada el pasado viernes (por lo menos entre el 30 y el 45 por ciento) y apoyar la obtención de dos textos legalmente vinculantes (el protocolo de Kioto, modificado según el documento que está sirviendo de base de la negociación y el protocolo de Copenhague, que sería la versión jurídica del documento que se está discutiendo en el marco del Convenio – LCA).
Por otro lado, criticó la limitación de asistencia impuesta por la organización de la ONU tras los largos colapsos vividos en la jornada de ayer. La organización se disculpó este martes y recordó que se habían acreditado para este evento 45.000 personas, tres veces más personas de las que pueden albergar las instalaciones.
No obstante, a pesar de estas limitaciones, todavía hubo asistentes que este martes tuvieron que esperar más de cuatro horas ante el Bella Center, que alberga la Cumbre, para recoger su acreditación.
Igualmente, en la capital danesa se sucedieron las manifestaciones y redadas ya que, según el grupo Justicia Climática, la Policía cerró entre las once y la una de la pasada madrugada el mítico barrio de Christiania y arrestó a unas 200 personas.
