Amnistía Internacional presentó un informe anual sobre derechos humanos donde alertó a Trump sobre un alarmante precedente para otros países en la erosión de la conciencia social.
La historia a vito pasara decenas de líderes en todo el mundo que han luchad por el respeto a los derechos humanos. Olympe de Gouges, Abraham Lincon, Mahatma Gandhi, Mandela, Shindler… la lista no acaba.
Por desgracia, a pesar de los esfuerzos de estos memorables personajes, los derechos humanos continúan siendo vulnerado en múltiples espacios. El racismo persiste, las guerras parecen no tener fin y mujeres, niños y personas de color sufren las consecuencias de un mundo que los hace vulnerables.
Amnistía Internacional ha publicado recientemente su Informe Anual sobre La Situación de los Derechos Humanos en el Mundo. El documento correspondiente al ciclo 2017-2018 consta de casi 500 páginas que reflejan claramente los motivos de preocupación de Amnistía Internacional y sus llamamientos a la acción en materia de Derechos Humanos.
El onjetivo del informe es alertar sobre las diferentes amenazas a los derechos humanos en el mundo, entre las que desacan la presidencia de Donald Trump, como un alarmante precedente para otros países en la erosión de la conciencia social. Según reportó el periódico El País, «la doctrina del odio ha ganado adeptos en el mundo mientras la comunidad internacional se ha hecho más pasiva ante los abusos. Como contrapeso, ha aflorado un nuevo activismo más decidido en asuntos sociales».
Desde que Donald Trump comenzó con su mandato en Estados Unidos, ha habido divisiones racistas, migratorios o de género. Además, ha tratado de socavar a la prensa, la justicia y la separación de poderes. No ha alzado la voz ante abusos de derechos humanos.
Amnistía Internacional dice que Estados Unidos sigue siendo el mayor contribuyente a entidades humanitarias, percibe una deriva con ramificaciones globales: el veto de Trump a ciudadanos de países musulmanes fue el inicio de “un año en que los líderes llevaron las políticas de odio a su conclusión más peligrosa.
“Hemos visto cero moralidad o liderazgo de la comunidad internacional”, sostuvo Tirana Hassan, responsable de respuestas de crisis de Amnistía. “Los Gobiernos están lamentablemente girando el reloj hacia atrás en décadas de difíciles logros en la protección”.
De acuerdo con El País, el informe se advierte sobre la represión social en Venezuela, China, Egipto, Filipinas o Rusia. Los países que más periodistas encarcelaron fueron Turquía, Egipto y China, donde murió el Nobel de la Paz Liu Xiaobo, que estaba bajo arresto. También hubo retrocesos en países ricos, como el derecho de manifestación en Francia o de las mujeres en EE UU.
Con cada cambio que Donald Trump está haciendo hacia los demás o a las organizaciones ya organizadas es que en vez de mejorar, exista una etapa de regresión. Por su parte, Tania Reneaum, Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional México dice que :
“En el capítulo sobre México nuestro informe exhibe la incapacidad del gobierno de Enrique Peña Nieto para garantizar la seguridad de la población y revertir la grave crisis de derechos humanos».
Además, las violaciones a los derechos humanos continúan ocurriendo de forma rutinaria, existen muy pocos avances para combatir la tortura, las ejecuciones extrajudiciales o las desapariciones forzadas, y las personas presuntamente responsables de estos crímenes rara vez son llevadas a juicio , lo que envía un mensaje claro de que estos actos son tolerados. Además, la violencia de género sigue siendo una realidad cotidiana que ha afectado a dos tercios de las mujeres al menos una vez en su vida. «La desigualdad económica arraigada es una causa fundamental de injusticias estructurales», concluyó.