El 25 de abril el Tribunal de Nueva York consideró procedente anular la condena de Harvey Weinstein, designado a 23 años de prisión por acto sexual delictivo en primer grado y violación en tercer grado en 2020. Sin embargo, no es la única pena que Weinstein debe cumplir, ya que en 2023 también recibió una sentencia de 16 años de prisión por cargos de violación y agresión sexual en Los Ángeles.
Actualmente, el afamado productor de Hollywood, se encuentra recluido en el Correccional de Mohawk de Rome de Nueva York, según informa el Departamento Estatal de Correccionales y Supervisión Comunitaria a CNN.
Weinstein fue encontrado culpable, en gran parte debido a la influencia del movimiento #MeToo, el cual detonó una serie de acusaciones en su contra y sensibilizó a los jueces a escuchar a algunas de las víctimas en los juzgados. Ahora las declaraciones de las mujeres agredidas se han puesto, nuevamente, en duda, ¿acaso esto significa que #MeToo fracasó y vamos de vuelta a ignorar los testimonios de las mujeres que han sido agredidas sexualmente? Te contamos los detalles.
Anulan condena de Harvey Weinstein
El Tribunal de Nueva York decidió anular la condena de de Harvey Weinstein, quien recibió acusaciones de violación y otros delitos sexuales. Cuatro votos, contra tres, optaron por un nuevo juicio, ya que se consideró que el tribunal había cometido un error al posibilitar que “presuntos” delitos sexuales anteriores a la causa del juicio se presentaran como pruebas de malos actos previos, según comentarios del fallo escrito por la jueza Jenny Rivera:
El mismo fallo parece sugerir que los testimonios dieron lugar a que el jurado tuviera una imagen agravada de la reputación del acusado, por lo que el veredicto tuvo sesgos:
La influencia de #MeToo en el caso Weinstein
Si bien la pena de 23 años de prisión adjudicada al famoso productor hollywoodense en 2023, se basó en los testimonios de Miriam Haley y Jessica Mann, hubo otras tres mujeres que, a raíz del movimientos #MeToo, fueron aceptadas para dar testimonio de “malos actos anteriores” del acusado durante el juicio.
Haley acusó al magnate de practicarle sexo oral a la fuerza en 2006, mientras que Mann declaró que Weinstein la violó en 2013. Ambas acusaciones dieron lugar al juicio al que se sometió al productor quién, para 2020, ya contaba con 100 acusaciones públicas de mujeres que decidieron revelar las agresiones sexuales del productor perpetradas en su contra, uniéndose al movimiento #MeToo.
Luego de esto el Tribunal de Nueva York decidió aceptar los testimonios de algunas de las mujeres que denunciaron a Weinstein, quizá sensibilizado u orillado a hacerlo debido a la presión pública que suscitó el movimiento #MeToo. Al respecto, algunos expertos de la materia dijeron que a raíz del caso Weinstein los testigos de “malos actos previos” se volvieron más comunes en los juicios por violencia sexual, lo que da cuenta del impacto de #MeToo y cómo cambió el sistema legal estadounidense.
Los expertos opinaron en su momento que permitir este tipo de testimonios era importante para revelar patrones de comportamiento, ya que, en los juicios por agresiones sexuales puede hacer una diferencia significativa al convertir un caso de una palabra contra otra a uno de una palabra contra varias.
El impacto de la denuncia
Michelle Madden Dempsey, profesora de derecho de la Universidad de Villanova, explica por qué el tribunal aceptó los testimonios de malos actos previos:
Dempsey asevera que una de las razones por las que la corte escuchó los testimonios de algunas mujeres agredidas es porque aumentó el número de denuncias y, en consecuencia, de mujeres que quisieron ir a la corte:
“Ahora que las personas se sienten más apoyadas, más capaces y empoderadas para presentarse y hablar sobre sus experiencias, y que no están sufriendo una respuesta tan negativa como antes, hay literalmente más testigos disponibles para brindar este tipo de testimonios”
Michelle Madden Dempsey, profesora de derecho de la Universidad de Villanova
De esta forma se pone en evidencia que las denuncias por agresiones sexuales que tuvieron lugar a través del hashtag #MeToo, ayudaron a cambiar el rumbo del juicio, e incluso el sistema del mismo. Gracias a este movimiento, decenas de víctimas de delitos sexuales hallaron el espacio y el respaldo que necesitaban para dar el valiente paso de confesar los perjuicios perpetrados no sólo por Weinstein, sino por otras celebridades, empresarios, políticos y líderes poderosos.
¿#MeToo falló en la condena de Harvey Weinstein?
#MeToo levantó una ola de conciencia y respaldo ante los casos de agresiones sexuales, desde grupos de civiles, como las Rompedoras de Silencio, que se presentaron afuera del tribunal a brindar apoyo a las testigos en el caso Weinstein, hasta orillar a los fiscales a escuchar a las víctimas en la corte debido a la presión social, o el influjo del movimiento en la conciencia del público estadounidense sobre este tipo de temas.
El celebrado movimiento también enfatizó la relevancia de dar voz a las víctimas y sensibilizar a los jurados y fiscales ante los casos de delitos sexuales, en los que anteriormente negaban la posibilidad de que testigos de malos actos previos se presentaran en los juicios. Lamentablemente, ahora los jueces quieren descalificar los testimonios de las víctimas en el caso Weinstein, ya que consideran que representan un sesgo en el veredicto debido a que esas acusaciones no guardan relación con las causas por las que se llegó al proceso jurídico y han ordenado realizar un nuevo juicio. ¿Sus testimonios no merecen ser escuchados yrecibir justicia?
Con esta decisión las mujeres que participaron en #MeToo se ven defraudadas por un sistema penal que encuentra sus testimonios inculpatorios. El Estado tiene una deuda con la legislación en materia de delitos sexuales y otro tipo de abusos. ¿Cuántos testigos se necesitan para considerar a alguien culpable y hacerlo cumplir una condena por al menos un par de esos delitos? Weinstein llevaba 100 acusaciones en 2020. ¿Quién, sino el Estado, encargado de legislar y hacer cumplir la ley, dará a las víctimas un espacio para ser escuchadas y garantizar su derecho a la justicia?