Ante los efectos que ya está provocando el cambio climático, aunado al desabasto de los combustibles fósiles que se avecina, México debe aprovecha su situación geográfica y apostarle a diversos tipos de energía renovables, como la hidroeléctrica y la solar, recomendó Robert Curl, premio Nobel de Química 1996.
Durante la segunda jornada de la Semana de la Ciencia y la Innovación 2011 dijo que la respuesta a los problemas que se proyectan para dentro de 40 años –cuando los efectos del cambio climático sean severos-, es la sustitución de los combustibles fósiles por las energías renovables, como los paneles solares; la energía eólica, a través de los molinos de viendo; y la energía hidroeléctrica.
“Enfrentamos un mundo cambiante, el combustible fósil es una preocupación, pero sí podremos tener un mundo próspero sin este combustible. Tenemos que ver cómo enfrentamos el problema y éstas alternativas nos servirán”, manifestó Curl.
Detalló que la parte norte de México, donde hay una zona importante de desierto y con grandes temperaturas debe ser aprovechada para instalar los paneles y crear a partir de ello energía.
Explicó que las alternativas más económicas son estos paneles, ya que cuestan tres cuartos de dólar el kilowatt.
“Esta opción se está contemplando para el futuro inmediato y esperamos que sus costos sigan bajando”.
La energía eólica también, continuó, es viable, ya que se pueden instalar molinos de viento en el territorio mexicano, sobre todo donde hay fuertes rachas de viento.
Curl comentó que México genera la mayor cantidad de energía hidroeléctrica del mundo, quizá sólo detrás de Canadá, pero que genera también problemas ecológicos al interrumpir el paso de los ríos.
Pero no es transportable
Sin embargo, el experto comentó que existe un problema con estas energías renovables, ya que no funcionan para el transporte, puesto que las baterías con que son recargados los automóviles, aún no logran que el vehículo recorra grandes distancias, como lo hace la gasolina. Ni ha podido sustituir a las turbinas para los aviones.
“Los coches eléctricos no nos solucionarán la vida. Y los jets no podrán volar en base al hidrógeno”, previó.
En cuanto a la biomasa, de la que se puede elaborar alcohol para usar como combustible, dice que aún no hay suficiente investigación para que sea práctica.
“Para convertir la celulosa y la hemicelulosa, cosa que se puede hacer con gran eficacia, se requieren metales que son muy escasos y caros y no hemos desarrollado sistemas para recuperarlos”.
Un desastre acelerado
El experto dijo que la población mundial está consumiendo de manera “desastrosa” y acelerada los energéticos, que no un tiempo no muy largo se agotarán y, aseguró, de no tomar medidas preventivas caeremos en un caos. “Es una situación que nos amenaza”, alertó.
Comentó que la energía nuclear es preponderante, sin embargo, por experiencias desafortunadas ocurridas en países como Japón no se ha optado como viable.
Finalmente, dijo que sí se puede tener un mundo próspero sin energía fósil, pero se necesita experimentar en opciones que sean amables al medio ambiente, porque el cambio climático está amenazando a las nuevas generaciones “y no hay que permitir que se nos califique como una generación que desperdició muchos años para proteger a las generaciones futuras”.
Fuente: Eleconomista.com.mx
Por: Verónica Macías.
Publicada: 18 de octubre de 2011.