La falta de nieve en algunos sitios de competencias de los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver-2010 y la gran cantidad de atletas rusos que han dado positivo en los últimos tiempos, son dos de las grandes preocupaciones del Comité Olímpico Internacional (COI).
Así lo afirmó el lunes en Vancouver el titular del COI, Jacques Rogge, donde el viernes se inagurarán oficialmente los XXI Juegos invernales en esta ciudad canadiense del noroeste canadiense.
«El calentamiento global es una amenaza para los Juegos Olímpicos de Invierno a largo plazo, y el COI no puede dejar de lado la reflexión sobre este problema en reuniones futuras», afirmó Rogge.
El tema salió a relucir en relación a la escasez de nieve en las montañas Cypress, que circundan Vancouver, donde se llevarán a cabo las prueba de esquí y snowboard de estilo libre.
Al respecto, Rogge reiteró que las pruebas no se verán amenazadas gracias al trabajo de los organizadores para mantener las pistas, transportando nieve desde otras montañas.
Pese a ello, el jefe de la familia olímpica defendió la decisión de darle la sede de estos Juegos a Vancouver, por encima de Pyeongchang, Corea del Sur, y Salzburgo, Austria.
Esta fue la tercera postulación de Vancouver a unos Juegos Olímpicos de Invierno, y será la segunda vez que la cita invernal se celebre en Canadá, luego de Calgary-1988.
El costo de estos Juegos está estimado en 1.400 millones de dólares canadienses.
«Para otorgar los Juegos, no sólo nos basamos en estadísticas de nieve en los sitios de competencia y las condiciones meteorológicas locales, sino también en las posibilidades de superar la falta de nieve, ya sea por fabricación artificial o por el transporte de la misma».
Rogge puntualizó que las suaves temperaturas en el Pacífico no afectarán la fiesta deportiva invernal.
«Hemos recibido informes de los expertos, los organizadores y la Federación Internacional de Esquí, no hay preocupación acerca de la celebración de eventos», dijo Rogge. «La pista estará cubierto de nieve».
Para preservar la frágil capa de nieve en Cypress Mountain antes de los Juegos, los entrenamientos de esquí y snowboard se llevarán a cabo en la estación montañosa de Whistler, sede de los eventos de esquí alpino y nórdico.
Con respecto al tema del dopaje de los atletas rusos, Rogge señaló haber hablado directamente con el presidente ruso, Dmitri Medvedev, y su ministro de Deportes para pedirles que redoblen sus esfuerzos en la lucha contra este flagelo.
«Yo personalmente estoy preocupado por los muchos casos positivos» de los atletas de Rusia, indicó. «Esto lo hablé con el ministro ruso de deportes (Vitali Mutko), y también discutimos el tema con el presidente Medvedev. Ellos dijeron que harían todo lo posible para mejorar la situación», afirmó el presidente del COI.
El titular olímpico subrayó que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha propuesto a las autoridades rusas ayudarles y asesorarles en la lucha contra el dopaje.
El esquí de fondo y el biatlón de Rusia se han visto particularmente afectados por los escándalos de dopaje recientes, por lo que la Federación Internacional de Esquí (FIS) ha amenazado con tomar medidas para poner fin a la temporada de los atletas de ese país.
A finales de enero, la esquiadora de cross Alena Sidko, medallista de bronce en el sprint de los últimos Juegos Olímpicos en Turín-2006, fue excluida del equipo ruso tras dar positivo a la EPO en una competencia nacional.
Este caso eleva a ocho el número de esquiadores y biatletas rusos sancionado por dopaje en los últimos meses.