Los niveles de CO2 en la atmósfera mandan otra señal de alerta sobre la urgencia de tomar acciones sólidas contra la crisis climática. Para lograrlo, debemos cambiar nuestras formas de producción y modos de consumo, sólo así es posible disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, principales causantes del calentamiento global.
Pese a que los pactos internacionales, como el Acuerdo de París o los ODS 2030, así como los científicos han puesto sobre la mesa la necesidad de disminuir las emisiones contaminantes, la realidad es que la polución está creciendo y pone en peligro la supervivencia de la biodiversidad y la raza humana, acercándonos cada vez más a los puntos de inflexión medioambientales.
Así lo demuestran las más recientes mediciones de los investigadores que monitorean la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Entérate de sus conclusiones.
¡Suben los niveles de CO2 en la atmósfera!
Las últimas mediciones de la concentración de CO2 en la atmósfera señalan que la presencia de este gas ha aumentado 4.7 partes por millón (ppm) en 2024, con respecto a los resultados de marzo del año anterior, lo que constituye un nuevo récord de terror en la persistencia de CO2 durante un periodo de 12 meses, de acuerdo con información de The Guardian.
Además, este salto en los niveles de CO2 en la atmósfera es la mayor subida registrada desde que comenzaron las mediciones a mediados del siglo pasado. Los científicos indican que este cambio está estimulado por el fenómeno del El Niño, que ahora ha disminuido, así como por los GEI liberados debido a la deforestación masiva y la persistencia en el uso de combustibles fósiles.
El monitoreo y toma de los niveles de CO2 globales se lleva a cabo desde 1958, en una estación ubicada sobre el volcán Mauna Loa en Hawaii. Los investigadores afirman que las concentraciones de CO2 han aumentado cada año porque los gases, liberados por las actividades humanas, principalmente las que implican la quema de combustibles fósiles, hacen que el calor siga acumulándose y estos no salgan de la atmósfera.
Los científicos alertan sobre las implicaciones
Ralph Keeling, director del Programa de CO2 del Instituto Scripps de Oceanografía de UC San Diego habló sobre sus preocupaciones al respecto:
«Es realmente significativo ver el ritmo del aumento durante los primeros cuatro meses de este año, que también es un récord… No sólo estamos batiendo récords en las concentraciones de CO2 , sino también en la rapidez con que aumentan».
Ralph Keeling, director del Programa de CO2 del Instituto Scripps de Oceanografía
Se sabe que los niveles de CO2 en la atmósfera eran de 280 ppm antes de que las actividades humanas comenzaran a producir tanto dióxido de carbono, y esos niveles se mantuvieron por casi seis mil años.
Ahora, los datos son, por mucho, diferentes. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica anunció en junio de 2023 que la concentración global de CO2 había alcanzado las 421 ppm, lo que significa un aumento del 50% de los niveles en comparación con la época preindustrial y la más alta en millones de años. No obstante, en menos de un año hemos superado por más de cuatro ppm esta cifra, pues la última lectura de Mauna Loa muestra que rondamos las 426 ppm de CO2.
Claro está que el aumento de este gas en la atmósfera resulta no sólo tóxico para los humanos, sino que agrava el problema del calentamiento global, ya que contribuye al efecto invernadero, lo cual hace que las temperaturas globales aumenten. Estos resultados en cadena provocan la crisis climática en la que estamos envueltos, la cual trae consigo graves olas de calor, inundaciones, sequías e incendios forestales, entre otros efectos.
¿La Tierra alguna vez había tenido tanto CO2?
Los investigadores aseguran que los registros de CO2 similares a los de 2024 sólo existieron hace 14 millones de años y eso provocó un clima que resultaría extraño para nosotros.
En cuanto a las mediciones contemporáneas, los expertos comparten que el anterior récord de concentración de CO2 en la atmósfera se suscitó en 2016, también durante un episodio de El Niño.
A pesar de que este fenómeno natural conocido como El Niño, tiene cierta parte de la responsabilidad de este aumento, los científicos estiman que se producirá un aumento anual más estable que oscilará entre las 2 a 3 ppm, aunque esto no es un consuelo ni significa que estamos mejorando, según afirma Keeling:
«Es casi seguro que el ritmo de aumento disminuirá, pero sigue aumentando y para estabilizar el clima es necesario que el nivel de CO2 disminuya…Claramente, eso no está sucediendo. La actividad humana ha provocado que el CO2 se eleve. Me pone triste más que nada. Es triste lo que estamos haciendo”.
Ralph Keeling, director del Programa de CO2 del Instituto Scripps de Oceanografía
CO2, temperaturas altas y costes humanos y económicos
La comunidad científica ha proporcionado las pruebas y estudios necesarios para intentar persuadir sobre la urgencia de tomar medidas drásticas para enfrentar el cambio climático y evitar una catástrofe mundial, sin embargo, los hechos demuestran que las industrias más contaminantes siguen aumentando su producción y están lejos de asumir iniciativas que detengan su enorme emisión de GEI y los gobiernos siguen subsidiando su producción.
Mientras tanto, las olas de calor intenso golpean al mundo, la sequía encarece los alimentos que se vuelven cada vez más inaccesibles para los más vulnerables, los desastres naturales aumentan y se hacen más intensos y la crisis hídrica se acrecenta en todo el orbe. Las grandes industrias no han querido escuchar que se avecina una crisis financiera para 2050 si no se hace lo posible por cumplir con el Acuerdo de París, reducir las emisiones y lograr la transición energética, una crisis que costará más que invertir hoy en salvar la biodiversidad y prevenir una crisis humanitaria que azotará a los que ya sufren y aumentará la brecha de desigualdades. ¿Qué es lo que necesitamos escuchar para tomar medidas coherentes contra el cambio climático? La RSE se ha tomado como un chiste para muchos.