Cerca del 85% de todos los textiles desechados en EE.UU. —aproximadamente 13 millones de toneladas en 2017— se tiraron en vertederos o se quemaron. Asimismo, se estima que el estadounidense promedio tira alrededor de 37 kg de ropa por año.
A nivel mundial el panorama es similar, cada año se generan aproximadamente 92 millones de toneladas de desechos de este tipo. Para agravar el problema, gran cantidad de las prendas desechadas están compuestas de materiales sintéticos, que pueden tardar cientos, si no miles, de años en descomponerse por completo.
Para enfrentar esta situación 37.5 Technology, creador de la tecnología de termorregulación dinámica que se activa con la humedad del cuerpo, ha incorporado un aditivo para fabricar ropa biodegradable, acelerando su descomposición al final de su vida útil.
Ropa biodegradable
Aunque los esfuerzos del sector de la moda han buscado mitigar su impacto, ha sido la industria de la ropa para exteriores, la que está al frente y al centro de esta problemática. La gran mayoría de las marcas para actividades al aire libre, incluso las más conscientes en sostenibilidad, como The North Face y Arc’teryx, confían en materiales como el poliéster y el nailon para lograr un alto rendimiento.
Sin embargo, muchos de esos materiales simplemente no se pueden reciclar o reutilizar a gran escala y se dirigen al vertedero en algún momento entre la venta inicial y el final de su uso. De acuerdo con Blair Kanis, presidenta de 37.5 Technology, para controlar el impacto se debe comenzar con mantener los desechos de ropa fuera de los tiraderos.
Dado que los textiles son un componente importante de contaminación, pues las fibras sintéticas representan más de la mitad de toda la producción mundial de fibras y prácticamente no tienen degradación natural en las pruebas de laboratorio.
Sin profundizar demasiado en la ciencia, 37.5 Technology se está basando en un tejido de rendimiento que ayuda a regular la temperatura corporal, ya sea entrenando en climas fríos o dirigiéndose a una boda en pleno verano. Pero además, con la integración del aditivo, se prevé que las fibras sintéticas que tardarían años en biodegradarse, tendrán un aceleramiento de descomposición mejorado —entre un 50 y un 80%—, sin afectar la durabilidad o el rendimiento de la ropa biodegradable.
Sostenibilidad en la industria textil
La noticia es un gran paso para llevar prácticas sostenibles a la industria textil. Actualmente, varias compañías, incluidas Men’s Wearhouse, Burberry y Adidas, han obtenido la licencia de 37.5 Technology para productos de alto rendimiento, que van desde pantalones hasta piezas para actividades al aire libre. Cabe señalar que esta tecnología también ha encontrado uso en el espacio de artículos para el hogar, particularmente en la ropa de cama.
El aditivo está hecho de un material similar a una roca volcánica que es poroso y permite una degradación más rápida al mismo tiempo que procura que los vertederos activos capturen cualquier emisión de metano, reduciendo potencialmente los impactos generales de su descomposición que contribuyen en gran medida al calentamiento del planeta.
«Alrededor del 11% de las emisiones de metano del mundo provienen de los vertederos, un poderoso gas de efecto invernadero que es entre 28 y 34 veces más efectivo para calentar la atmósfera que el dióxido de carbono en escalas de tiempo cortas».
The Conversation.
Escalar el problema de la contaminación
Kanis señala que la creación del aditivo para ropa biodegradable ayudará a que los rellenos sanitarios equipados puedan convertir el gas metano en energía renovable, debido a la descomposición acelerada: «Tienes más de ese círculo virtuoso: convertir los desechos en una fuente de energía”.
Además de ser un gas altamente inflamable, el metano es muy potente en cuanto a su contribución al efecto invernadero, mucho mayor que la del dióxido de carbono. Los operadores de los vertederos deben capturarlo para prevenir incendios y explosiones y evitar su emisión a la atmósfera.
La idea a largo plazo es que con la innovación de 37.5 Technology no solo se reduzca la cantidad de ropa que va al vertedero, sino que se haga un trabajo más rápido, ayudando a cerrar un poco más el ciclo de los desechos textiles.
En este sentido, la ejecutiva señala que, junto a este esfuerzo, se buscará una mayor transparencia y responsabilidad de las operaciones de la compañía. Por ejemplo, se planea lanzar una cadena de bloques, conocida en inglés como blockchain —mecanismo avanzado de bases de datos que comparte información dentro de la red de una empresa— que hará que todos los que tocan el textil a lo largo de la cadena de suministro ingresen información de producción y procesamiento.
Esos datos estarán disponibles para que los socios de marca los extraigan y transfieran fácilmente a sus propios sistemas. De la misma manera, 37.5 Technology intentará ser climáticamente neutral, lo que, según Kanis, se detallará en una hoja de ruta en el informe anual de Responsabilidad Social Corporativa, esto combinará su compromiso climático con la visión de negocios.