Es cierto que el calentamiento global y la irresponsabilidad de los humanos esta terminando con muchas especies y ecosistemas, pero también es una realidad que muchas personas se están sumando a la batalla por limpiar el mundo de la contaminación y de la huella del ser humano.
Tanto las personas como las empresas están comprometiéndose cada vez más con la sociedad y el medio ambiente cambiando su rutina a una más sustentable y fomentando la inclusión, la diversidad y la igualdad en todos los rincones del planeta.
Muchas marcas han aprendido a escuchar a su consumidores y entendieron que debían hacer un esfuerzo más grande que solo ofrecer productos amigables con el ambiente, también debían hacer más sustentable su cadena de producción y cada uno de sus procesos.
Algunas descubrieron que cada pedacito de tela podía ser aprovechado y que podían utilizar las botellas de plástico, los sobrantes de la piña o las flores marchitas para crear nuevas prendas y darle una segunda oportunidad a la ropa vieja pero existe una que se atrevió a usar los residuos de algunos bichitos para darle color a sus telas, y no, no estamos hablando de sus sobrantes de comida sino de su popó…
Patagonia y sus experimentos
Desde sus inicios la empresa Patagonia se ha preocupado por reducir su huella ambiental y aunque no ha sido nada sencillo, la marca ha logrado comprometerse por completo no solo con el planeta Tierra sino con cada uno de sus colaboradores.
En un principio la marca decidió utilizar algodón natural, pensando que era una gran opción, pero con el paso del tiempo se dieron cuenta que la tela producida con este material tenía un olor desagradable y difícil del retirar, por lo que comenzaron a investigar y descubrieron que el algodón natural es rociado con pesticidas y otras sustancias tóxicas que lo convierten en uno de los enemigos del planeta.
Así que comenzaron a monitorear a todas aquellas granjas y agricultores independientes que se encargaban de ofrecer algodón 100% orgánico y libre de pesticidas.
Para continuar con este esfuerzo por limpiar sus emisiones, la compañía comenzó su búsqueda por telas y materiales mas amigables, pero no fue tarea sencilla, ya que tuvieron que convencer a cada uno de sus proveedores a convertirse en industrias más verdes y responsables.
Sin embargo, con el cambio climático acechando y conscientes de todos los químicos tóxicos que la industria textil utiliza, Patagonia decidió experimentar con la popó de los escarabajos, los gusanos de seda y algunos subproductos de alimentos para crear, teñir y producir su ropa.
?La popó que le da vida a la ropa?
La empresa compartió por medio de un comunicado que los colorantes son demasiados sucios y contaminantes por lo que gestionar de manera adecuada estos residuos de los insectos representa una gran oportunidad y más cuando los consumidores cada vez son más conscientes sobre los efectos que tienen los productos que utilizan.
En el 2012 Greenpeace realizó una importante investigación que arrojó que más de 20 artículos de marcas importantes como Zara, Armani y Levi’s utilizan una gran cantidad de químicos tóxicos y aminas que pueden provocar cáncer en sus clientes.
Para hacer frente a esta situación Patagonia creó la línea Clean Color Collection, donde sus playeras, ropa deportiva y prendas están elaboradas con popó, plantas e incluso residuos de alimentos, debido a que en todo el mundo se desperdicia más de un tercio de los alimentos producidos, así que decidió incorporar también los subproductos de estos alimentos, rescatándolos de terminar en el vertedero y evitar que liberen metano.
Y para convencerte de hacerte fan de la ropa elaborada con poops, te invitamos a conocer más sobre esta línea…
¡Arriba los escarabajos y gusanos!
La empresa ha integrado el término alquimia a su cadena de producción. Este concepto hace referencia al proceso de experimentación que se utilizaba en la antigüedad y en la época medieval, cuyo objetivo era descubrir los elementos del universo, la transmutación de los metales y la adecuada utilización y aprovechamiento de los diferentes materiales pero, ¿por qué integrar esta práctica?
Hemos tomado los subproductos de los residuos de alimentos, escarabajos secos y la popó de los gusanos de seda (entre otras cosas) para crear una línea de ropa teñida con ingredientes naturales, comparten en su página.
Aunque la compañía sabe que sus colorantes utilizan menos agua, energía y CO2, continúan contaminando por lo que integrar los procesos de la alquimia puede reducir su impacto aún más.
Para su colección Clean Color Collection están experimentando con colorantes de origen vegetal, procedentes del 96% de los recursos renovables aunque estos colores cambian y llegan a desaparecer con el tiempo, hacen de los tonos algo único.
Entre los materiales que utilizan se encuentra la granada, las cascaras de naranja, morus, árboles de Palmetto entre otros… ¿te atreverías a utilizar esta ropa?