Hoy en día, muchas son las empresas que hablan sobre las actividades de responsabilidad social que desarrollan dentro de sus organizaciones. Algunas de ellas enfocadas a la ayuda de la comunidad, calidad de vida dentro del esquema laboral, la ética organizacional y la más cotizada en los últimos años, dirigida al cuidado del medio ambiente.
Por lo que, de acuerdo al giro empresarial, las compañías del mundo se han enfocado a recompensar, por lo que toman de la naturaleza, a la sociedad en temas sociales, reforestación, salud, entre otros; con las ganancias generadas.
Sin embargo, este tema se ha corrompido dentro de la sociedad apostando a que una empresa socialmente responsable será siempre mejor vista, que una que no aporta a la comunidad.
De esta manera han establecido estrategias de atracción del consumidor al vender un producto o servicio que además de cubrir una necesidad básica propone destinar cierta parte de sus ganancias a la ayuda de nuestro planeta y de esta forma obtener el reconocimiento de marca necesaria para permanecer y diferenciarse dentro de un mercado altamente competitivo.
Por otro lado, aunque la evolución cultural respecto a temas de responsabilidad social y cuidado al medio ambiente pareciera una moda impulsada por las nuevas generaciones incorporadas al mundo laboral, la realidad de nuestro planeta es que nuestros recursos naturales están escaseando a consecuencia de un incremento desproporcionado de la población y el lento proceso de recuperación ambiental, originado campos menos fértiles para producir alimento, calentamiento global, problemas sociales, etc.
Organizaciones como Ernst & Young han asumido un compromiso voluntario y sustentable para atender expectativas de ámbito social y ambiental. Sin embargo, reconoce que la clave para trascender en estas acciones es la verdadera sensibilización de sus empleados.
Desafortunadamente, para la mayoría de los ciudadanos, el problema del medio ambiente se visualiza como ajeno y lejano; aún ahora que las noticias nos alarman con reducción en el flujo pluvial.
La publicidad empresarial sobre temas de responsabilidad social pierde efectividad si no tenemos una verdadera evolución cultural y se promueven acciones voluntarias en cada individuo, como separar la basura, no desperdiciar el agua, compartir recursos energéticos, entre otros. Sin embargo, para ejecutar estas acciones hace falta la concientización individual, la cual únicamente se logra contagiando con el ejemplo.
Para ser reconocidos como organización dentro de un mundo globalizado, la publicidad en tema de responsabilidad social es fundamental, pero sólo aquellas organizaciones que tengan una verdadera evolución cultural en sus empleados podrán trascender más allá de la publicidad y marcar la diferencia en nuestro planeta. ¿Tú a qué tipo de organización perteneces?
Considero que la RSC es una forma de hacer negocio (Medio Ambiente, Relacion con la Comunidad, Gobierno Corporativo, Cadena de Valor, Ambiente Laboral) que tiene mucho que ofrecer a los empresarios y a la sociedad.
Cuando se habla lo que aporta la empresa de manera adicional a la sociedad, a través de un esquema RSC; la sociedad, de alguna u otra manera se verá beneficiada: salud, educación, infraestructura, etc. Por su lado, las empresas, tienen la opción de diseñar un esquema RSC que les beneficie a ellas también en una u otra medida: publicidad, negocios inclusivos, blindar sus operaciones, etc.
Todo esto hace a una empresa rentable y competitiva.
Ahora bien, la tendencia es que RSC incluya medios por los que las empresas fortalezcan a su mercado: negocios inclusivos. Ya lo viene promoviendo el Premio Nobel de la Paz, Gana Muhammad Yunus y está demostrado que una economía se fortalece promoviendo una movilidad social postivia de sus clases.
Una empresa que ve en RSC la filantropía o la publicidad, impactará de manera diferente a nuestra sociedad y en consecuencia a su mercado, que aquella que tiene un enfoque RSC de hacer crecer la base de nuestra pirámide económica.
Por lo tanto, RSC es parte de una evolución cultural, cuando dichos impactos nos demuestren que a través de RSC, las empresas estan promoviendo la mejora de la calidad de vida de las personas, autonoma y sustentablemente.
[…] Después de las exposiciones, que no voy a comentar porque creo que es mejor verlas, y de recibir durante el descanso a mi pareja y a mi hijo («Que se vengan, claro. Además, ¡nos hace falta un niño en el encuentro, hablamos de su futuro!» me dijo Antonella), nos reunimos todos de nuevo para debatir y aportar ideas. Yo entré con la palabras de dos de los ponentes, Graça Machel y Mechai Viravaidya, resonando todavía en mi cabeza y cuando nos enredamos en una secuencia de buenas palabras vacías sobre RSC me quedé bastante sorprendido. Y no fui el único, ya que Carlos, con cinco años recién cumplidos se acercó a mí y me susurró «¿De qué están hablando, Papá? ¿Es publicidad?». […]