La revolución de la tecnología también llegó a la Responsabilidad Social Empresaria (RSE). El concepto que hasta hace algunos años parecía focalizarse solamente en acciones de asistencialismo o donaciones ya lleva varios pasos dados en el camino de la sustentabilidad, un concepto más amplio y que abarca no solo a los clientes externos, sino a todos los públicos con los que interactúa una empresa, como empleados, shareholders, proveedores y comunidades, entre otros.
Hoy, las empresas buscan incorporar la RSE a la estrategia de negocios, como parte de su core y no como un elemento secundario.
Y en el mundo de la tecnología, las acciones que hasta unos años eran incipientes, hoy son programas consolidados.
¿Los principales focos? Educación, Brecha Digital, Empleo y Medio Ambiente.
El cambio de estrategia se siente en las empresas. “Como suelen ser nuevas y jóvenes, vienen con la esencia desde el vamos de hacer RSE, tienen el chip de devolverle algo a la sociedad y está en la naturaleza hacer algún aporte más allá del negocio en sí”, asegura Lorena Díaz Quijano, gerente de Comunicación Corporativa de MercadoLibre en toda la región y a cargo de Relaciones con la Comunidad.
En la empresa de comercio electrónico decidieron incorporar el concepto de RSE con el core del negocio: así nació MercadoSolidario, una iniciativa en la que trabajan con organizaciones sin fines de lucro, que pueden utilizar la plataforma de manera gratuita para recaudar fondos. “Además, los capacitamos y los orientamos y compartimos las experiencias de quienes lo hacen”, explica Díaz Quijano.
Hay más de 184 organizaciones registradas y solo el año pasado se vendieron más de 4200 productos por más de US$ 414.000 a nivel regional.
“Vemos una tendencia cada vez mayor al comercio electrónico y la Argentina está muy por encima de la región en cuanto a la conciencia de RSE en Internet”, asegura Díaz Quijano. Además, trabajan con organizaciones para donar o reciclar los equipos informáticos que ya no utilizan y han realizado talleres de capacitación para ONGs.
“Las acciones siempre están relacionadas con el negocio, que es lo mejor que podemos aportar”, complementa Díaz Quijano, y agrega que los empleados se involucran difundiendo las subastas o ventas a beneficio y se postulan para dictar talleres. “Todavía no tenemos un programa de voluntariado formal, pero estará pronto”, anticipa.
Acortar la brecha
“Solo el 2 % de la población mundial accede a la tecnología. Desde ese punto de vista, está todo por hacerse”, sentencia María Cozzi, gerente de Relaciones Institucionales de Grupo Prominente.
En la compañía apuestan al trabajo con ONGs que quieran mejorar su gestión: desde 2007 trabajan en el desarrollo de un sistema propio para medir indicadores de RSE, ayudándolos a tener un proceso sistematizado y online. La otra pata está en el trabajo con la Fundación Inclusión Social Sustentable, una ONG especializada en inclusión digital.
“Con ellos trabajamos en Villa Libertador, capacitando a más de 160 jóvenes con herramientas como el Word, gracias a un acuerdo con Microsoft, y este año vamos a avanzar para participar en actividades de emprendedorismo a nivel digital”, avanza Cozzi. Además, incluirán a la tercera edad.
“Desde este año estamos trabajando con el voluntariado y la idea es trabajar por región: va a ser el desafío de 2009 en términos de crecimiento de RSE, aunque los empleados ya tienen los canales de comunicación para opinar”, explica Cozzi.
“Recién ahora las empresas están internalizando el concepto, antes era importado. Pero la sustentabilidad es un buen negocio”, asegura Mariana Iribarne, directora de Asuntos Públicos de Intel Argentina. En la empresa aplican el concepto abarcativo de RSE. “No solo la actividad comunitaria, sino que analizamos el manejo con los proveedores, por ejemplo, y apuntamos a la sustentabilidad del negocio”, dice Iribarne.
Con la educación como principal pilar, hace 40 años comenzó programas para fortalecer el sistema educativo a nivel universitario, aunque en los últimos años bajó el escalafón para focalizarse en primaria y secundaria. “Intel Educar es el programa más grande que apunta a formar a los docentes a cómo incorporar la tecnología al aula, adaptando los contenidos y los currículums”, explica Iribarne, quien agrega que ya llegó a 6 millones de maestros a nivel mundial.
Con una duración de 30 años, desde el año 2001 se aplica en la Argentina, donde se capacitaron 70.000 docentes en 20 jurisdicciones del país. Otro de los programas es Estudiantes como Científicos, que apunta a capacitar a los docentes en la preparación de proyectos de ciencias y a través del cual auspician la Feria Nacional de Ciencias. A ello se suma el desarrollo de dispositivos específicos para la educación, como la computadora Classmate.
Otro pilar está en el voluntariado. “El año pasado el presidente puso el desafío a nivel mundial de donar 1 millón de horas de voluntariado y llegamos a 1,3 millón.
Por cada hora del empleado, la empresa hacía una donación en dinero a ONGs”, cuenta Iribarne. Y, desde el cuidado del medio ambiente, “nos aseguramos que todos los procesos de manufactura y las operaciones tengan el menor impacto posible”, dice. Allí se inserta la iniciativa Climate Savers Computing, para que las empresas adquieran equipamiento con menor impacto y una campaña de concientización de cómo usar la computadora para lograr una menor huella de carbono.
Educación también es el pilar de Sun, desde Sun Learning Services, que incluye la capacitación para socios y clientes de negocios, con un área orientada a programas de comunidad. “Desde acá, una de las funciones es generar programas sociales que tienen como objetivo el desarrollo social más que el asistencialismo”, explica el Chief Learning Officer, Carlos Laborda.
Para ello, buscan el apalancamiento entre el Gobierno, la educación y el sector privado. Comenzaron en 2005 en un programa con la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo.
Con ellos buscaron generar un programa de capacitación tecnológica que pudiera estar dentro de ese paraguas. De allí surgió Entertech, a través del cual formaron tres perfiles: recién iniciando la universidad, público de entre 18 y 24 años sin educación universitaria y casi en riesgo social, y con diferentes capacidades. Llegaron a 2500 personas, articulando con universidades y un website laboral.
A eso le siguió Entertech II, con más tecnologías incorporadas. “Ahora, debido a una partida presupuestaria más importante del Ministerio, se firmó un protocolo con ellos y la CESSI para capacitar a 12.000 personas en el nuevo programa, Control F”, cuenta Laborda.
Empezó en septiembre del año pasado y actualmente están generando las acciones de capacitación de docentes, con una cobertura en casi todas las provincias del país. “La idea es preparar a la gente que no puede acceder a un empleo de calidad para que cualquier compañía tecnológica o el área de sistemas la pueda contratar”, explica Laborda.
En el caso puntual de SUN –porque también participan otras compañías-, hay dos programas de capacitación en Java más dos planes en dos casos de sistema operativo UNIX y un currícula de administración de base de datos MySQL.
ConectaRSE
En el mundo de las telecomunicaciones, las empresas también apuestan por la sustentabilidad. “Nuestros principios de trabajo tienen que ver con convocar a todos los públicos para favorecer el acceso al conocimiento, brindarlo, y para un uso consciente de la tecnología”, sintetiza Cynthia Giolito, gerente de RSE de Telecom, que presentó su reporte del área el año pasado. En alianza con la UTN, el programa Telecom Profesores para el Futuro alcanza a docentes de escuelas medias y universidades. “El año pasado llegamos a 700 y este año empezamos a ensayar para los maestros de escuelas primarias”, cuenta Giolito. El objetivo es darles herramientas para que hagan un uso pedagógico de la tecnología. Por ejemplo, que diseñen su página web o hagan simulaciones con programas de código abierto. Además, el año pasado sumaron e-learning, para que enseñen en espacios virtuales.
“En 2008 lanzamos Sentidos Conectados, de la mano de una agencia de marketing educativo, que tiene por misión acortar la brecha digital entre el docente y el alumno, a través de kits con actividades lúdicas o didácticas, como fotoedición o filmación de una fotonovela con celular”, explica Giolito. El año pasado utilizaron el programa 9000 docentes de 2500 escuelas del país y este 2009 el proyecto es llegar a 7000 e interactuar con los anteriores.
“Apuntamos a todos los ejes de la compañía: público externo con estas acciones y otra como Conciencia Celular, con Telecom Personal, para el uso responsable de la tecnología; público interno, promoviendo la acción de voluntariado y líneas como balance entre vida personal y laboral, diversidad y capital humano, y el trabajo con los proveedores, inversores y grupos de interés”, completa Giolito.
Dentro del ámbito de la química, DuPont –con 550 empleados en la Argentina-, invertirá este año US$ 82.000 en programas de Relaciones con la Comunidad. “Están enfocados en las áreas de ciencia, educación y seguridad vial”, explica Silvia Bulla, gerente de Recursos Humanos de DuPont Argentina, que presenta su Reporte Social desde 2002. “Por medio de las iniciativas que permiten la colaboración activa de los empleados, la empresa ofrece un espacio de colaboración personal que contempla dedicación de tiempo, trabajo y talento”, añade. Como dato, suma que en el último año la participación de los empleados en los programas aumentó un 43 por ciento respecto del período anterior.
Una de las acciones puntuales es el Programa de Apoyo al Desarrollo Científico Tecnológico, con el Conicet como socio. Así, seleccionan un proyecto de investigación con alto impacto social y posibilidades de transferencia tecnológica, al que se le otorga un subsidio de US$ 25.000. En Educación, hay un Programa de Becas con la Fundación Cimientos para alumnos que cursan el tercer ciclo de la Educación General Básica de familias de bajos recursos.
“A fines de abril lanzaremos internamente los programas que implementaremos este año, dándole continuidad a las actividades que venimos haciendo, y estamos participando en el desarrollo de una fundación junto a otras instituciones”, anticipa Bulla. Además, invitaron a los empleados a integrar un Comité para que puedan tener un espacio de interacción para contribuir y generar iniciativas de RSE. “Los integrantes participan de forma voluntaria en la definición del plan anual de RSE”, cierra Bulla.
Por su parte, desde GE (General Electric), la RSE está formada por tres aspectos: integridad, cuidado del medio ambiente y ayuda comunitaria, según explica Gabriela López Cremaschi, líder de GE Volunteers en Argentina.
“El primer punto hace mención al cumplimiento de nuestras políticas de integridad, que son pilares fundamentales de la cultura”, asegura López Cremaschi. El programa enfocado al medio ambiente es Ecomagination, lanzado en 2005, con un portfolio de más de 70 productos y una inversión anual en I+D de de más de US$ 1000 millones anuales.
“Cuando comenzamos, GE se comprometió a reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en un 1 % antes del fin de 2012, disminuir la intensidad de sus emisiones y mejorar la eficiencia en un 30 % antes del fin de 2012”, cuenta López Cremaschi.
El voluntariado, por su parte, se canaliza a través de GE Volunteers que orienta sus acciones hacia la educación de niños de las comunidades en las que están presentes, especialmente la disminución de la brecha educacional. “Uno de nuestros socios es Junior Achievement, con quienes capacitamos más de 700 chicos en edad escolar”, asegura la ejecutiva. Los representantes de las unidades de negocios forman el comité de voluntarios, proponen los proyectos y se desarrollan. “Este año realizaremos varios programas: la campaña de salud dental, la donación de libros para bibliotecas y de útiles para escuelas con necesidades, la campaña Nochebuena para todos y la donación de computadoras, entre otras”, anticipa López Cremaschi.
Conciencia interna
Dentro de los gigantes de software la RSE también empezó a estar cada vez más presente en la estrategia de negocios. “En los últimos años mejoramos la visión del tema y el año pasado presentamos el primer informe de sustentabilidad global, que tuvo una versión regional”, cuenta Lautaro Spotorno, PR Manager de SAP para la región.
Así, con el objetivo de ampliar el concepto, realizaron un trabajo de diagnóstico que incluyó el tipo de contaminación que generaba la empresa, las políticas para los proveedores y los clientes y el manejo de los recursos humanos. Así, buscan llegar a la sustentabilidad, al impacto de la operación a nivel económico, social y medioambiental, más las oportunidades y los riesgos.
“En las acciones de retribución a la comunidad, los pilares son educación, promoción del espíritu emprendedor y medio ambiente”, explica Spotorno. Dentro de educación, por ejemplo, tienen el programa SAP Profesional, en el que promueven la certificación y la capacitación en tecnologías para formar consultores externos.
“En octubre firmamos un acuerdo con el Ministerio de Trabajo para otorgar 500 becas, para jóvenes o personas de más 40 años, que ya entregaron y la mitad terminó de cursar”, dice Spotorno. Por otro lado, firmaron en enero un acuerdo con la Fundación Endeavor para promover la formación y el crecimiento del ecosistema de emprendedores. “Todavía lo estamos delineando, pero va a abarcar la Argentina, México y Brasil y es a tres años”, afirma Spotorno.
La tercera pata es el voluntariado corporativo, que comenzó por iniciativa de los empleados. Además, octubre es el mes del voluntariado a nivel mundo, en el que el personal trabaja, por ejemplo, pintando escuelas o dando clases para chicos carenciados. Como novedad, los empleados de SAP crearon la asociación civil Solidar, en la que la compañía contribuye para su crecimiento. “Somos muy abiertos más allá de los pilares y buscamos escuchar e invitar a participar a los empleados, porque parte de la RSE implica también mirar para adentro”, cierra.
Del lado del gigante Microsoft, el año fiscal 2009 –que termina en junio- contó con un presupuesto de $ 52 millones para los programas de RSE. “Lo llamamos Ciudadanía Corporativa, porque como ciudadanos globales tenemos responsabilidades con las comunidades con las que hacemos negocios”, explica Jorge Vega, director de Asuntos Corporativos y RSE de Microsoft.
La estrategia está englobada en tres pilares. Bajo educación, la iniciativa Alianza por la Educación, que es pública y privada, para que las nuevas tecnologías logren ser revolucionarias en enseñar y aprender contenido. Ya entrenaron más de 100.000 docentes, que impactan en una comunidad de más de 3 millones de alumnos.
En innovación, la empresa invierte más de US$ 9000 millones anuales globalmente. “Y en épocas de crisis, la estrategia es seguir haciéndolo”, asegura Vega. Uno de los últimos lanzamientos fue el programa BizSpark, con una inversión de US$ 12 millones, para ayudar a microemprendedores y PyMEs tecnológicas con desarrollo y soporte técnico. “Además, estamos haciendo por primera vez en Buenos Aires un congreso con más de 300 científicos e investigadores para mostrar los últimos avances de las nuevas tecnologías, en el que calculamos que se van a inscribir 120 empresas”, anticipa Vega.
La tercera parte es de oportunidades de empleo. “Hay una demanda insatisfecha de profesionales capacitados, por lo que estamos con el Ministerio en el programa Control F, con el que llegamos a más de 3700 personas, de las cuales 2000 están desocupadas”, dice Vega. Y añade: “Queremos alcanzar la base más baja de la pirámide, por lo que ya abrimos más de 100 Centros de Inclusión Digital, que impactaron a más de 1200 personas”.
En La Cava, por ejemplo, tienen un centro de reciclado de computadoras que combina el cuidado del medio ambiente con la capacitación para el soporte técnico de las máquinas que son donadas a ONGs o escuelas públicas, a los que también se les provee la licencia de software.
“Tenemos beneficios para los empleados que quieren sumarse a los programas y hacemos foros abiertos una vez por trimestre para que cuenten las iniciativas”, explica Vega. Precisamente de allí surgió Navega Protegido, un programa de voluntariado para escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires, en conjunto con organismos públicos, UNICEF y la Asociación Argentina de Pediatras, que en el último trimestre de 2008 llegó a 1700 alumnos y planea alcanzar 3000 en la segunda etapa que se lanza en junio de 2009.
Trabajo en conjunto
Otra de las tendencias de RSE es la unión entre varias empresas y organismos para hacer programar que abarquen cada vez más. Por caso, en Control F, que también están Sun y Microsoft, entre otras empresas, se sumó IBM. La Big Blue también colabora con la Fundación Ledesma y la Fundación Arcor e implementa todos sus programas a través de alianzas con ONGs como Fundación Leer, Fundación Discar, AFS, SES y Kine.
“El objetivo principal de la política de RSE es tender un puente entre la tecnología y los sectores de la sociedad que, por escasez de recursos, tienen menos acceso a ella”, explica Ignacio Vaca de Osma, director de Marketing, Comunicaciones y Ciudadanía Corporativa de la compañía. Como característica, buscan que los programas sean a largo plazo.
Por caso, Kidsmart Pequeño Explorador se implementó en 2000 y ya llegó a más de 21.000 niños. Así, se les ofrece a los jardines de infantes públicos la posibilidad de incorporar módulos integrados con computadores multimedia con un software diseñado para niños de entre 3 y 5 años.
Además, llevan más de US$ 10 millones invertidos en programas universitarios. “Por ejemplo, con la UTN y la Universidad de La Plata desarrollamos el proyecto World Community Grid, que reúne la energía y la capacidad colectiva desaprovechada de millones de computadoras para destinarlas a investigaciones científicas”, explica Vaca de Osma. Y las acciones de voluntariado están canalizadas en el programa On Demand Community, con más de 900 empleados. “Desde el lanzamiento en la Argentina en 2003 se realizaron más de 15.000 horas de voluntariado”, revela Vaca de Osma.
En BMC, por su parte, pusieron en marcha hace tres años el programa Building My Community y llevaron a cabo el primer proyecto, junto a la Fundación Huerta Niños, a través del cual colaboraron con dos escuelas de Santiago del Estero en el desarrollo de las huertas y con donaciones para los niños y sus familias. “Seguimos y auditamos el proyecto y este año donaremos fondos para la remodelación de una de las escuelas”, explica Lorena García, asistente Ejecutiva para Latinoamérica de la compañía. “Los empleados se involucran mucho”, añade. Entre otras actividades, donaron equipamientos e insumos para las salas de neonatología y pediatría del Hospital Rivadavia y desde hace dos años colaboran con el hogar Sol Naciente en el Bajo Flores. “Preferimos concentrarnos en pocas actividades pero que sean a largo plazo”, asegura.
En Philips también aprovecharon la tecnología que producen para contribuir con la sociedad. Con el foco en el cuidado de la salud y la educación en medio ambiente y ahorro de energía, desde hace 10 años tienen un camión de diagnóstico por imagen con equipos médicos. “Nació en la Argentina, pero la idea se exportó también a Brasil, México y la India”, cuenta María Alejandra Grignani, gerente de Comunicaciones Corporativas de Philips.
Ahora se denomina el Camión de la Mujer y está orientado a la prevención del cáncer. “Durante 2008, recorrió la región noroeste de la Argentina, visitando Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Misiones, Formosa y Santa Fe y realizó 3261 estudios”, complementa Grignani.
El otro proyecto es Cuidemos el medio ambiente ahorrando energía, que se aplica en 100 escuelas de Capital y Gran Buenos Aires, para que los chicos conozcan la problemática del clima y cómo se puede mejorar. “Estamos lanzando el voluntariado para que los empleados puedan sumarse y, por ejemplo, propongan las escuelas a las que ellos fueron”, dice Grignani. Y cierra: “Las capacitaciones están orientadas en su mayoría al público y externo a los empleados: se empieza por casa”.