Las pequeñas y medianas empresas están obligadas a asumir la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) si desean permanecer en el largo plazo, y para asumirla no requieren de capital -tampoco representa un gasto-; en cambio, sí les ayuda a aumentar la rentabilidad de la empresa, expresó María Eugenia Farrugia Santurtún, consultora de Compite, en el marco del VII Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables, organizado por el Cemefi, del 7 al 10 de abril.
Durante la impartición del taller “RSE para pymes”, la consultora de Compite utilizó la Cartilla de Responsabilidad Social y Sustentabilidad para micro y pequeñas empresas, creada por Aliarse (Alianza para la Responsabilidad Social Empresarial), surgida ésta en el 2000, y en cuyo contenido se explica cómo este tipo de empresas puede evaluarse en responsabilidad social, en los ámbitos económico, colaboradores (trabajadores), ambiental y la comunidad, aspectos básicos de la RSE.
Al referirse a la responsabilidad de la pyme con sus colaboradores -un elemento de la RSE-, la consultora de Compite dijo que “no se necesita capital para que una pyme pueda mejorar su rentabilidad”. Dio un ejemplo: “Si la empresa logra organizar mejor y motivar a sus colaboradores para que laboren las ocho horas de trabajo de manera efectiva, aumenta la rentabilidad”. Mencionó que en México, de las ocho horas laborales, sólo se trabajan cinco de manera efectiva.
Definió así a la RSE como la “actuación consciente y comprometida de mejora continua que permite a la empresa generar valor agregado, ser sustentable y competitiva”.
En la Cartilla de Aliarse se recurre al FODA como método para que cada pyme evalúe en qué situación está en este rubro. El FODA es una matriz que mide en lo interno de las empresas sus fortalezas y debilidades; en lo externo a ellas, sus oportunidades y amenazas.
Explicó que la RSE se basa en cinco principios: ética empresarial, que implica legalidad, transparencia y valores como la honestidad, así como calidad de vida en el trabajo, pues promueve seguridad, salud, salario digno y no acoso (bullying).
Otro principio es el medio ambiente, que incluye reducción de residuos contaminantes, uso eficiente de la energía, agua, además de reducir, reutilizar y reciclar.
Vinculación con la comunidad es el otro aspecto, que implica la participación de la pyme en el desarrollo de la comunidad, que excluye el paternalismo, precisó, y la rentabilidad del negocio.
La cartilla de evaluación incluye también una estrategia de acción una vez realizado el autodiagnóstico de sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas.
La Cartilla de Responsabilidad Social y Sustentabilidad es una herramienta a través de la cual una pyme evalúa cómo se encuentra en RSE, concluyó la consultora de Compite.
La RS cambió la forma de organizar su empresa
Claudia Serralde creó en 1999 la empresa Logística Creativa especializada en diseño gráfico y comunicación audiovisual. En sus 15 años de existencia ha evolucionado la organización de eventos y la impresión de gran formato.
Logística Creativa es una pequeña empresa (pyme) que ha sido distinguida con el sello ESR por tercer año consecutivo por el Centro Mexicano Para la Filantropía (Cemefi). Una experiencia que a decir de Claudia ha cambiado la forma de organizar el trabajo de su empresa, la forma de ver a sus colaboradores, proveedores, a la sociedad, incluso a los que no tienen un trabajo.
Claudia Serralde participó en el taller “RSE para pymes”, uno de las actividades del VII Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables, organizado por el Cemefi, y que se realiza del 7 al 10 de abril.
Es tal su compromiso con esta filosofía sustentable que cambió hasta el tipo de detergente que compra para la oficina; ahora reciclaje desechos, adecuó horarios y salarios de sus colaboradores.
Admitió que asumir la RSE le causó susto, ya que consideraba que como empresa pyme carecía de la capacidad financiera para donar dinero o mejorar a su empresa, pero pronto se dio cuenta de que la RSE es más que eso: “Es la suma de pequeñas acciones que cambian a la empresa, pues al ponerlas en práctica con empleados, clientes, proveedores y la comunidad, cambia a la empresa”.
Al asumir la RSE la primera tarea fue reproducirla entre sus colaboradores, a quienes les ha ayudado a visualizar su plan de carrera, además de que los ha involucrado en programas de salud y entretenimiento con la comunidad. Hoy, dijo, 80% de los empleados está comprometido con la RSE.
Otra acción fue la reducción del consumo de energía, del agua, así como el reciclaje de insumos.
A los clientes los sensibiliza en RSE en temas como los días mundiales del ambiente, del autismo, del sida, del cáncer de mama.
De los proveedores, dijo que está en proceso de descubrirlos, pero mientras cuida no jinetearles los pagos, pretende ayudarles a ser una ESR.
Dijo que apoya con donativos a Casa Bety, que atiende a ancianas.
Claudia Serralde manifestó que para su empresa la Responsabilidad Social Empresarial es un plus que aporta a los clientes y colaboradores.
Fuente: El Economista