Un bosque de agua o humedal, de acuerdo al Manual Federal para la Determinación de Jurisdicción, es un área de transición entre un sistema acuático y uno terrestre, la cual se encuentra saturada de agua superficial o subterránea durante un periodo de tiempo suficiente como para que se desarrolle vegetación propia de la zona.
La importancia del humedal
Los bosques de agua son vitales para la supervivencia humana, ya que son una fuente hídrica y cuna de diversidad biológica de la que distintas especies animales y vegetales dependen. Se consideran humedales todos los lagos, ríos, acuíferos subterráneos, pantanos, marismas, pastizales húmedos, turberas, oasis, manglares y otras zonas costeras.
Entre los múltiples beneficios que ofrecen estas zonas se encuentran: el suministro de agua dulce, de alimentos y material de construcción, la biodiversidad que albergan, el control de inundaciones, la estabilización de costas, la reposición de aguas subterráneas e incluso la mitigación del cambio climático.
El crecimiento poblacional y la contaminación que resulta de las actividades agrícolas son un peligro para estos ecosistemas, amenazando su permanencia. Por eso, la Convención Ramsar tiene como objetivo “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales.”
Ramsar es el nombre de la ciudad en Irán donde se realizó la primera Convención del Día Mundial de los Humedales, y es un tratado que sirve para la cooperación internacional a favor de la conservación de los bosques de agua y los recursos hídricos en general.
México en 2do lugar
Con motivo del Día Mundial de los Humedales que se conmemora el 2 de febrero, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó que México tiene 142 humedales, ubicándolo en segundo lugar en bosques de agua, solo superado por Reino Unido que ocupa el primer lugar con 180.
De acuerdo a la Convención de Ramsar, la conservación y manejo sustentable de estos ecosistemas permiten asegurar su riqueza biológica. En México la extensión total de los bosques de agua abarcan un área de 8 millones 833 mil 752 hectáreas, por lo que es esencial su preservación.
Los humedales se encuentran repartidos en toda la República, principalmente en Baja California Sur Sonora, Sinaloa, Jalisco, Michoacán, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y Veracruz. En Michoacán particularmente se encuentra la mayor cantidad de zonas protegidas por la Convención Ramsar. Durante el 2014 se reconocieron internacionalmente cuatros nuevos bosques para su preservación; tres de ellos en el estado de Chihuahua y uno en Sonora.
De acuerdo a comentarios de la Convención “los efectos de los cambios en el uso de la tierra, la desviación de aguas y el desarrollo de infraestructuras siguen conduciendo a la degradación y la pérdida de humedales.”
En 2012 el gobierno mexicano instauró el Programa Nacional de Reservas de Agua (PNRA), gracias a la colaboración entre la Comisión Nacional del Agua y la Alianza WWF-Fundación y con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo. Con el objetivo de proteger 97 áreas naturales y más de 78 mil kilómetros cuadrados de cuencas hidrológicas en México que son consideradas de alto valor en términos de agua para el país.