Alexis Bravo
La crisis económica por la pandemia se ha traducido en la disminución de utilidad y, por ende, una baja en los presupuestos de los programas de apoyo que tienen las empresas para sus grupos de interés, pues lo primordial es sobrevivir y mantener los puestos de trabajo.
Pero, ¿cómo repercute esto en el ambiente organizacional y la cultura corporativa que permea a los colaboradores?
Es ahí donde las empresas saludables, preocupadas y ocupadas por la relevancia que tiene el colaborador para la organización, deben valerse de estrategias creativas para mantener un buen clima y orgullo laboral.
Una empresa saludable pone la dignidad de las personas al centro de todas las decisiones, es tan importante como la ética y los valores organizaciones, explica Miguel Ángel Santinelli, director de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac.
También da atención especial a la ergonomía del ambiente de trabajo, desde el confort del mobiliario hasta el aire acondicionado y la disminución de ruido.
Para una empresa que busque decirse “saludable”, la seguridad y la salud de los colaboradores son primordiales y además se gestiona con un enfoque psicosocial que privilegia las buenas relaciones al interior de la organización y contribuye a evitar cualquier tipo de acoso.
Al respecto, comentó el especialista, la empresa saludable ofrece a los colaboradores un equilibrio adecuado entre su desempeño laboral, su familia y el descanso.
¿Y qué beneficios tiene todo esto? Pues nada menos que mayor productividad, menor ausentismo y relaciones sanas con todos sus grupos de interés, desde acconistas, directivos, consejeros y colaboradores hasta clientes, proveedores, gobiernos locales y la comunidad circundante.
En el marco del primer Congreso Mundial de Empresa Saludable, que inicio el pasado 8 de marzo y concluyó este viernes 12, Santinelli tuvo una participación hablando sobre la responsabilidad social corporativa y la salud en las organizaciones.
«Para ser una empresa saludable, el organigrama debe estar enfocado en ser una empresa saludable, también debe establecerse un programa de gestión con indicadores y hay que comuncar y capacitar para que todos los integrantes de la empresa estén conscientes y sean parte del esfuerzo organizacional de ser una empresa saludable”, dijo.
Apuntó también la importancia de que las empresas tengan causas para contribuir a la sociedad y al medio ambiente, y mencionó que 75% de lo que queda de áreas silvestres se encuentra en Rusia, Canadá, Brasil y Australia, por lo que es necesario que las empresas contribuyan a paliar esta problemática con sus planes de responsabilidad social.
Consideró que es necesario que las organizaciones se involucren con sus comunidades circundantes, construyendo planes sostenibles para seguir apoyando al medio ambiente y a la sociedad.