El director mexicano Alejandro González Iñárritu mostró su lado ecologista y defendió la proyección del documental titulado The Cove donde habla de la matanza de delfines Taiji, Japón.
Lo que llama la atención es que ésta se realizó en el marco del Festival Internacional de Cine de Tokio, donde se había prohibido por cuestiones políticas.
Ahí el director de los largometrajes Babel y Amores perros es presidente del jurado y fue una voz cantante para evitar esta especie de censura. “Los festivales de cine deben de ser un espacio de resistencia ante las fáciles distracciones que la cultura popular nos ofrece hoy en día.
La libertad de expresión es una condición esencial”, escribió el cineasta una vez resuelta favorablemente la situación.
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