¿Usas o alguna vez usaste lentes? Entonces seguramente te acuerdas de la primera vez que te hicieron un examen optométrico y, por supuesto, la primera vez que te pusiste unos anteojos. ¿Recuerdas tu sorpresa al descubrir que ver borroso no era algo normal? Si te diagnosticaron de pequeño, seguramente hasta te dio emoción elegir el armazón más padre y colorido.
Sin embargo, no todas las personas que tienen problemas visuales han tenido la misma buena experiencia. Algunos no se enteraron de chicos que debían utilizar lentes y otros sí supieron, mas no tuvieron los medios para comprar gafas o estar actualizando las micas.
A pesar de que hoy en día hay un poco más de conciencia sobre la importancia de la salud visual en México, la verdad es que el número de personas que consiguen cuidar su vista no es muy alto.
¿Cuál es el estado de la salud visual en México?
En 2016, se publicó el estudio “Lentes para el desarrollo global: cerrando la brecha visual” del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), en el que se reportaron las siguientes cifras:
- 4.2 mil millones de personas en el mundo viven con mala visión y requieren lentes.
- De esa cantidad, 2.5 mil millones no tienen la facilidad de comprarse anteojos.
- De esos 2.5 mil millones, hay 624 millones que ya están clasificados como individuos con discapacidad visual o ciegos.
De acuerdo a la investigación, “una visión adecuada es esencial para la plena participación en las oportunidades educativas y económicas, así como para el bienestar personal, la autosuficiencia y la productividad”.
Ahora bien, ¿cuál es la situación de la salud visual en México?
La Encuesta Nacional de los Hogares 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio los porcentajes de mexicanos que usan anteojos o lentes de contacto:
- El 7.4% de la población de niños entre 3 y 14 años.
- El 17% de jóvenes que tienen de 15 años a 29 años.
- El 24.7% de los que tienen de 30 a 49 años.
- El 57.5% de las personas entre 50 y 64 años.
- El 54.2% de los adultos mayores con más de 65 años.
Aunque estos datos nos dan una idea general de nuestra circunstancia, la verdad es que uno de los principales obstáculos de la salud visual en México –y el resto del mundo– es la falta de información, tanto de estadísticas como de concientización.
No obstante, existe un aliado clave para el fomento de la salud visual en México: la Fundación Ver Bien para Aprender Mejor, cuyo principal objetivo es brindar atención optométrica y donar lentes a niños de escuelas primarias públicas en el país.
La Fundación –la cual formó parte del panel de asesoría en el estudio del WEF y fue reconocida como caso de éxito en el mismo– calcula que el 12.7% de los alumnos en un salón de clases de una primaria pública necesita lentes, lo que significa que aproximadamente 1.6 millones de menores de edad padecen algún problema de visión que se corregiría con el uso de anteojos.
Actualmente, atravesamos una epidemia de miopía en niños debido al sedentarismo y las largas horas frente a la pantalla del celular, la TV y la computadora.
“Como no duele, los niños no se quejan. Ellos piensan que así se ve”, comentó Jorge Machado, director general de Fundación Ver Bien para Aprender Mejor. “Un niño que no ve el pizarrón, que no puede ver sus cuadernos, es un niño al que le va a costar trabajo ir al mismo ritmo que sus compañeros”.
Una alianza que promueve la salud visual en México
Como ya mencionamos, Ver Bien para Aprender Mejor fomenta la salud visual en México a través de programas dirigidos especialmente a los estudiantes de las escuelas primarias públicas en el país. Para ello, trabaja codo a codo con los gobiernos estatales de la República Mexicana, la Secretaría de Educación Pública (SEP), otras organizaciones de la sociedad civil (OSC) y empresas.
Uno de dichos aliados es Fundación Gigante, la cual, alineada a su misión de responsabilidad social (RSE), asiste desde hace más de una década a Ver Bien para Aprender Mejor, otorgando donativos anuales y otros apoyos que provienen de cada una de las compañías que conforman Grupo Gigante. Tan solo en 2016, juntos beneficiaron a 3,569 personas en México, Centroamérica y Colombia.
Ver Bien para Aprender Mejor es la organización que más niños atiende y que más lentes entrega a nivel mundial.
“Se han sensibilizado con el tema, que es una causa de muy alto impacto”, comentó Machado. “Colaboramos de muchísimas formas porque recibimos mucho apoyo de parte de Grupo Gigante”.
¿Cómo es el trabajo de Ver Bien para Aprender Mejor?
Su método de trabajo es sencillo. El primer contacto con los niños lo tienen mediante la intervención de los maestros, quienes identifican a los alumnos que muestran signos de tener deficiencia visual y les realizan exámenes “exprés” con ayuda de una tabla optométrica. Alrededor de 4 millones de pequeños pasan por esta primera prueba.
Luego de que los profesores hacen este diagnóstico temprano, los optometristas de la Fundación acuden a la escuela (cuando corresponde el año de visita) y hacen un chequeo completo. Si dictaminan que el menor tiene problemas de visión, se hace el encargo de los lentes, cuyo diseño es exclusivo de Ver Bien para Aprender Mejor.
“Somos la primera y única organización a la fecha que diseñó su propia línea de armazones”, afirmó Machado. Estos anteojos han demostrado ser perfectos para los niños, pues, además de ser coloridos y atractivos para ellos, son cómodos y muy flexibles, previniendo así que se desgasten o rompan fácilmente.
El 95% de los estudiantes atendidos por Ver Bien para Aprender Mejor jamás habían tenido una revisión visual.
Gracias a la labor de Fundación Ver Bien para Aprender Mejor, el 20% de los niños que forman parte de la meta total de la promoción de salud visual en México son atendidos.
Estos fueron los resultados del ciclo escolar 2016-2017.
¿Imaginabas que la situación de la salud visual en México fuera de esta manera? ¡No olvides que tú y tu familia deben hacerse chequeos de la vista por lo menos una vez al año!