¿Sabes qué es un workaholic? No es otra cosa que una persona que es adicta a su trabajo, es decir, tiene una obsesión excesiva y progresiva a su actividad laboral, sin control ni límite, incluso abandonando las actividades que antes realizaba.
Por supuesto que hay empresas que suelen exigir horas extra de trabajo de sus colaboradores, pero no estamos hablando de eso; esta adicción no se explica por exigencias, sino por una necesidad de la persona, que incluso, de forma gradual, podría perder estabilidad emocional.
De forma inverosímil, es una de las adicciones más aceptadas y justificadas socialmente y el workaholic tiende a negar su problema, escondiéndolo en un afán perfeccionista. Esta condición está emparentada con el síndrome de burnout e incluso con personalidades obsesivo-compulsivas.
Idealmente, una empresa responsable debería detectar a estos colaboradores e incitarlos a romper estas rutinas, ya que no son sanas para la persona, para sus compañeros de trabajo ni para la organización.
En este contexto, General Motors ideó una forma responsable pero además muy divertida de romper con la rutina de algunos adictos al trabajo: un vehículo de motor 1.6L con 115 HP, transmisión manual de 5 velocidades o automática de 6; con 10 bolsas de aire, sistema de control de estabilidad StabiliTrak®, espacio para 5 pasajeros, frenos ABS y distribución de frenado electrónico.
Estamos hablando de prestarles un Sonic a fin de vivir una aventura… ¿Cómo?
La marca invitó a aquellos que tuvieran un amigo workaholic a quien ya ni siquiera pudieran ver, a nominarlo en Sonic Interventions, una oportunidad para regresarle vida y diversión a esa persona.
Workaholic es tan solo una de tres categorías, las otras dos son Yolo y Corazón roto; en la nominación hay que señalar qué se quisiera hacer para ayudarlo. Los ganadores de cada categoría tendrán un Sonic por un día para vivir el máximo nivel de diversión.
¿No es esta una manera maravillosa de romper la adicción al trabajo y devolverle la emoción de la vida a un amigo?
Con acciones como ésta, General Motors demuestra que la responsabilidad también puede tomar cauces divertidos, ya que una ejecución así, genera vínculos con la sociedad y a su vez apoya comportamientos más responsables. Así lo expresó en su Informe de Responsabilidad Social del año pasado:
Cada uno de nuestros grupos de interés es pieza clave en el desarrollo y comercialización de los vehículos; por lo que buscamos generar un lazo estrecho con cada uno de ellos, así como promover relaciones positivas a largo plazo que nos permitan seguir contribuyendo a la economía nacional.
Dentro del mismo informe, la marca señala: Nuestros clientes son el centro de todo lo que hacemos. Escuchamos sus necesidades con atención.Todos los puntos de contacto importan.
¿No es Sonic Interventions una forma divertida de llevar a la vida real estas palabras?